Sacaba el teléfono móvil por la ventana de su casa y estiraba el brazo hasta conseguir el ángulo idóneo para fotografiar a la niña que vive en el piso de al lado. Un ritual que repitió casi a diario durante los últimos dos años hasta conseguir casi mil imágenes de la menor. La víctima, ajena a esta violación de su intimidad, estaba muchas veces desnuda o en ropa interior. La Policía ha detenido en Palma al hombre, de 39 años, por un rosario de delitos. Tras encontrar el millar de instantáneas de la niña en su móvil, analiza el abundante material informático incautado en busca de más archivos sospechosos.

Fue la propia víctima, menor de 14 años, quien hace ahora cuatro meses descubrió lo que estaba ocurriendo. La niña vio cómo un teléfono móvil estaba grabándola en su habitación a través de la ventana. Había pocas dudas de que el intruso era el vecino de al lado. La menor contó lo sucedido a sus padres y pidieron explicaciones al sospechoso. El hombre negó las acusaciones con rotundidad, pero el asunto fue denunciado ante la Policía el pasado 12 de marzo.

Los investigadores llevaron a cabo varias gestiones para esclarecer los hechos y el pasado mes de mayo intervinieron el teléfono móvil del sospechoso. El aparato fue analizado minuciosamente en busca de pruebas. Los agentes consiguieron recuperar de la memoria del terminal casi mil fotos de la pequeña. Todas estaban tomadas cuando la víctima se encontraba en su habitación, en algunas ocasiones desnuda o en ropa interior. Las pesquisas permitieron datar las fotografías: las más antiguas eran de hace dos años.

Con estas pruebas, el sospechoso fue detenido por la Policía el pasado viernes como presunto autor de delitos contra la intimidad, la propia imagen, la inviolabilidad del domicilio y la libertad sexual. Los investigadores habían obtenido autorización judicial para registrar dos domicilios de la ciudad vinculados con el hombre investigado.

Las viviendas fueron inspeccionadas a lo largo del día y en ellas se encontraron cinco torres de ordenadores de sobremesa, varias tabletas electrónicas, una decena de teléfonos móviles, ocho estuches de CDs y DVDs, memorias de almacenamiento masivo y otros aparatos. Todo este material fue intervenido y trasladado a comisaría.

Los agentes encargados del caso tienen previsto analizar estos soportes a lo largo de los próximos días. Los policías quieren aclarar si el hombre tenía almacenadas más imágenes de su vecina menor de edad, de otras adolescentes u otro tipo de material delictivo, explicaron fuentes policiales.

Estas pesquisas, según las mismas fuentes, podrían demorarse durante semanas. El acusado tiene importantes conocimientos de informática, por lo que los agentes temen que haya podido destruir a conciencia los archivos comprometidos tras saber que estaba siendo investigado al ser descubierto por la niña.