Claudia recibió el miércoles por la noche una videollamada de su nieto que le marcará la vida. "Óscar ha atacado a mi madre", acertó a contar el pequeño tras presenciar el crimen. En la pantalla de su móvil, la mujer pudo ver a su hija sentada en el suelo, ensangrentada y con su bebé de nueve meses en brazos. "Mamá, llama a la Policía. Creo que he matado a Óscar", le confesó.

La abuela contaba esto ayer a mediodía, a las puertas de la comisaría de Policía de Manacor donde Katty Daniela permanecía detenida. Cerca de allí, la exnovia del fallecido y sus allegados, "la única familia que él tenía en España", aguardaba noticias y reclamaba "justicia". Ambos grupos coincidían en señalar que la relación de Katty y Óscar estaba "rota", "muy deteriorada", pero apuntaban en direcciones opuestas sobre los motivos de esta situación. Unos hablaban de los "celos enfermizos" de ella; otros a las interferencias de la expareja de él y las "agresiones mutuas".

El hombre llegó hace 15 años desde Ecuador a Manacor, donde vivía un tío suyo. Estuvo trabajando como jardinero y actualmente era conductor de autobús. Durante ocho años mantuvo una relación con una joven compatriota suya. Tras romper, mantenían una relación de amistad y se veían con frecuencia. "Era muy bueno y muy trabajador. Nunca tuvimos problemas y acabamos muy bien", contaba la chica, María Luisa Jaya.

Óscar Armando Méndez inició "hace tres años" una nueva relación con Katty Daniela, que tenía dos niños de una pareja anterior y trabajaba en un restaurante. El año pasado se casaron, empezaron a convivir y tuvieron un hijo. La exnovia del hombre sostiene que él vivía "amargado" por el control al que ella lo sometía por sus celos. "Le miraba el móvil y llamaba a todos los teléfonos que no conocía para ver si eran de mujeres. Si lo eran, pelea segura. A mí llegó a pincharme las ruedas del coche. Era muy celosa y él estaba ya muy cansado de la situación", recordaba Jaya. "Ella le decía que no iba a parar hasta verlo en la cárcel. Era un hombre maltratado", apostilla la exsuegra de la víctima.

Claudia y Liam, madre y hermano de la acusada, admitían que las agresiones en la pareja "eran mutuas". "La relación estaba muy deteriorada. Ella se fue a un albergue en febrero, pero volvió a casa porque él se lo pidió", aseguraban. A su juicio, las continuas llamadas y mensajes de la exnovia del hombre y su familia habían enturbiado la relación. "Nos duele mucho la muerte de Óscar", afirmaban.

Los momentos de extrema tensión contrastan con otros de vida familiar. La camarera de un bar al que acudían casi a diario les definía como una "pareja normal" y recordaba como la tarde anterior al crimen habían estado juntos en el establecimiento.