Una rápida reacción de varios agentes de la Policía Local de Manacor logró salvar la vida el lunes de un bebé recién nacido a punto de ahogarse. Los agentes le aplicaron oxígeno en primera instancia, pero el pequeño no reaccionaba. Al insuflarle aire con los pulmones, el niño consiguió reaccionar.

Los hechos ocurrieron sobre las ocho de la tarde del lunes. Una madre llamó desesperada al ver que su bebé, de tan solo unos pocos días de vida, no reaccionaba y no podía respirar.

A continuación, una patrulla de la Policía Local de Manacor, que se encontraba en las proximidades, acudió con celeridad hasta el lugar donde se encontraba la madre con su pequeño. También se interesó por el estado del bebé un ciudadano, que decía ser sanitario.

Sin perder un minuto, los agentes realizaron al niño maniobras de reanimación cardiopulmonar. Mientras tanto, el ciudadano regulaba el nivel de oxígeno con el manómetro. En vista de que el pequeño no reaccionaba, el facultativo aconsejó su traslado inmediato a un centro sanitario.

Situación crítica

Ante la situación crítica del bebé, los agentes decidieron no esperar a la llegada de la ambulancia y lo llevaron al hospital en el coche patrulla. Mientras, un vehículo policial abría paso.

Durante el traslado, un agente se percató de que la mascarilla de oxígeno le venía grande al bebé y no se podía ajustar. A continuación, el policía decidió insuflarle aire al bebé boca a boca con sus pulmones.

Esta acción fue providencial. El pequeño comenzó a respirar por sí solo y fue trasladado al hospital con garantías. Poco después, el bebé se restableció.