Una mujer aceptó ayer una condena de un año y nueve meses de cárcel por maltratar psicológica y físicamente a sus hijos y expareja. Entre los hechos que se consideran probados están una agresión a uno de los niños, al que sujetó del cuello mientras le colocaba un cuchillo en la frente, y otra ocasión en la que atacó a su expareja con una plancha. También profería graves insultos contra los pequeños de forma habitual, con frases como: "Sois subnormales como vuestro padre".

En el juicio, que se celebró ayer en la Audiencia Provincial, la defensa de la mujer llegó a un acuerdo con las acusaciones por el que ha visto rebajada la pena que se le pedía. Así, la mujer se declaró culpable de los delitos de maltrato habitual, maltrato de obra y lesiones en el ámbito familiar.

En virtud del acuerdo alcanzado, la mujer admitió que sometió a sus hijos menores de edad a continuos insultos, con frases como "panda de gilipollas, sois subnormales como vuestro padre". También, que propinaba repetidas patadas al hijo menor y que los dejaba solos en el domicilio con frecuencia, incluso en horas nocturnas.

El escrito conformado entre las partes detalla un episodio en concreto, en agosto de 2018, en el que la mujer cogió del cuello al hijo menor, que tenía entonces seis años, lo levantó del suelo y lo empotró contra la pared, al tiempo que le apuntaba con un cuchillo en la frente, aunque no consta que le causara lesiones.

También recoge otro episodio donde la mujer le lanzó a su expareja una plancha a la cara, le arañó el cuello y le espetó: "Te voy a matar".

La Fiscalía acusaba a la mujer un delito de maltrato habitual, por el que pedía inicialmente dos años de cárcel; otro de maltrato de obra, por el que pedía diez meses; y otro de lesiones en el ámbito familiar, por el que pide otros diez meses.

Tras el acuerdo con el fiscal, la mujer se declaró culpable y se le rebajó la pena a un año y nueve meses de prisión.

Dada la conformidad de las partes, la Sala dictó una sentencia "in voce", que es firme. Además de la pena de cárcel, la mujer también ha sido condenada a realizar trabajos en beneficio de la comunidad y se le imponen órdenes de alejamiento respecto a las víctimas.

Igualmente, se le priva temporalmente del derecho a la tenencia de armas, y deberá hacerse cargo de las costas de la acusación particular.

Con todo, la mujer no ingresará en prisión ya que se le ha concedido la suspensión de la pena, por un plazo de tres años, con la condición de que cumpla con las medidas impuestas y además realice cursos de atención a la familia y la infancia.