Un ladrón se quedó dormido en la cama de la vivienda donde había entrado a robar. La moradora se llevó una tremenda sorpresa al dirigirse al dormitorio. Un individuo dormía plácidamente allí. La mujer despertó al intruso y este trató de sustraerle el bolso cuando se marchaba. Agentes de la Policía Nacional detuvieron al sujeto, de 52 años, por los presuntos delitos de allanamiento de morada y de hurto.

Los hechos tuvieron lugar sobre la una de la tarde del lunes en un domicilio de Palma. Un delincuente multirreincidente, con un centenar de detenciones que jalonan su abultado historial delictivo, aprovechó la ocasión al observar cómo la moradora de una vivienda salía de su domicilio.

El malhechor se coló en el inmueble por la ventana, que da a la vía pública. No obstante, antes de perpetrar una fechoría y huir con los objetos robados, aprovechó que se encontraba a solas en el dormitorio para echar una cabezada.

El sueño reparador se le fue de las manos. Hasta el punto de que no abandonó el inmueble y dio tiempo a la moradora a que regresara a su domicilio. Cuando la mujer se encontraba en la vivienda se llevó un descomunal susto al toparse con un desconocido dormitando en su lecho.

Sin dilación, la residente en la vivienda se apresuró al echar al sujeto del domicilio. Sin embargo, no tardó en percatarse de cuáles eran las verdaderas intenciones del individuo. Mientras salía de la vivienda trató de llevarse consigo el bolso de la mujer. La víctima se dio cuenta y se lo recriminó. Al verse descubierto, el ladrón no tuvo otra opción que devolvérselo. No obstante, el malhechor no se resignaba a abandonar la casa con las manos vacías y sustrajo un paquete de tabaco de liar.

En vista de que el hombre pudiera haberle sustraído alguna más de sus pertenencias, la moradora decidió avisar a la Policía Nacional para denunciar lo ocurrido. Una patrulla policial se apresuró y se personó en el domicilio poco después de recibir el aviso alertando de que un ladrón se había introducido en un domicilio.

Cuando los agentes llegaron, el sujeto trataba de huir del lugar. En primer lugar le dieron el alto, pero el individuo hizo caso omiso y trató de darse a la fuga. Los policías se lo impidieron y le detuvieron por un presunto delito de allanamiento de morada y otro de hurto.

Instantes antes, este delincuente había intentado cometer un hecho delictivo similar. En esa ocasión, el malhechor saltó el muro de un hotel situado en las proximidades para colarse en el interior del establecimiento y presumiblemente robar todo aquel objeto de valor que se encontrara a su paso.

Sorprendido en un hotel

Sin embargo, su acción tampoco pasó desapercibida en este caso. Los empleados del establecimiento hotelero se percataron de que un intruso se había colado en las instalaciones. El personal le recriminó su acto y el malhechor escapó del recinto como buenamente pudo para evitar ser detenido.

Tras haber irrumpido en un domicilio, los agentes de la Policía Nacional realizaron numerosas gestiones para averiguar si había cometido algún hecho delictivo similar. No tardaron en averiguar que, momentos antes, se había colado en un hotel. Por este motivo al detenido también se le comunicó el cargo de robo con fuerza en grado de tentativa.

Esta circunstancia no sorprendió en absoluto a los agentes debido a que el delincuente se trata de un viejo conocido. Buena prueba de ello es que había sido detenido en, aproximadamente, un centenar de ocasiones por los delitos más dispares. La veteranía y su exceso de confianza le jugó una mala pasada al quedarse dormido al ir a robar en una casa.