Un individuo de 50 años de edad, nacido en Marruecos, fue detenido el pasado miércoles por la Policía Local de Palma, acusado de un delito de atentado. El hombre había sido visto en la calle armado con un cuchillo jamonero de 20 centímetros de hoja. Dijo que llevaba el arma para atacar a un hombre de color.

La Policía Local recibió un aviso de que había un individuo armado caminando por la calle Canyes, en la zona de la Platja de Palma. Parecía que estaba muy alterado.

Los agentes localizaron al sospechoso sentado en un bar. Le preguntaron por el cuchillo y dijo que su religión le impedía portar encima ningún tipo de arma. Sin embargo, después confesó que, en efecto, había portado un cuchillo porque quería atacar a un hombre de color, que previamente se había reído de él.

Un testigo señaló a los policías que había visto al sospechoso lanzar el arma a un contenedor de basura. Los agentes realizaron una inspección en el lugar indicado y logaron recuperar el arma.

Debido al estado en el que se encontraba el ciudadano marroquí, los agentes optaron por detenerle. Sin embargo, el traslado a comisaría no fue sencillo, el hombre se mostró muy violento. Empezó a lanzar patadas contra la mampara del vehículo policial, al tiempo que amenazaba a los dos agentes. Les anunció que después de cortar el cuello al hombre que había estado buscando, haría lo mismo con los dos policías que le habían detenido. Además de dedicarles un amplio repertorio de insultos y amenazas, el individuo escupió a los dos agentes de autoridad. Les dijo que estaba enfermo de coronavirus y les manifestó que quería infectarles con la enfermedad. Sin embargo, no está acreditado que el detenido se hubiera infectado con el virus.

Esta actitud violenta no impidió que los agentes llevaran al detenido hasta los calabozos del edificio de Sant Ferran, donde quedó detenido, acusado de un delito de atentado.