El fiscal solicitó ayer una pena de doce años de prisión a un presunto pederasta por supuestos abusos sexuales a su hijastra menor de edad. El delito se habría prolongado durante seis años, desde que la víctima contaba con diez años hasta que cumplió dieciséis.

Los hechos que se enjuiciaron ayer en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma se remontan al año 2012, cuando la víctima contaba tan solo con diez años de edad. Los encuentros sexuales se habrían prolongado hasta el año 2018 cuando cumplió dieciséis años.

A raíz de la muerte del marido de su expareja, el procesado habría iniciado una relación sentimental con la viuda y convivía en el domicilio donde permanecían también las hijas de esta, menores de edad.

De acuerdo con el escrito de acusación del fiscal, el procesado habría actuado "con el propósito de satisfacer su ánimo libidinoso y prevaliéndose de la situación de confianza por el hecho de vivir en el mismo domicilio familiar". No obstante, el representante del ministerio público modificó ayer sus conclusiones y consideró que en los primeros tres años dichos abusos habrían consistido en tocamientos y, a partir de que la víctima cumplió 12 años se habrían materializado en penetración.

Dichos abusos sexuales, según el informe del fiscal, se habrían mantenido con una periodicidad de una o varias veces al mes. El último de ellos habría tenido lugar la noche del 28 al 29 de septiembre de 2018. En esa ocasión fue de nuevo a la habitación donde dormía su hijastra mayor. A continuación le realizó varios tocamientos, la desvistió y la penetró por vía vaginal y anal y eyaculó en este última cavidad.

Estos abusos sexuales a manos de su padrastro han causado a la víctima una serie de trastornos psicológicos que perviven en la actualidad. Los síntomas más acusados que manifiesta, de acuerdo con el ministerio público, son "una pérdida de confianza generalizada". Así, "se sumerge en un aislamiento afectivo, alteración del sueño, alternando estados depresivos con un comportamiento irritable y arrebatos de furia".

A tenor de estos hechos, la acusación pública consideró que el encausado cometió un delito continuado de abusos sexuales a una menor de 16 años y otro delito de abusos a mayor de 16 años y menor de 18 años.

Por su parte, la acusación particular solicitó para el procesado una pena de 15 años de prisión. Así, la representación legal de la familia de la víctima consideró que el acusado habría abusado sexualmente de la menor con penetración desde que esta contaba tan solo con diez años de edad.

Medidas de higiene

Mientras, el encausado negó la acusación y reconoció tan solo un episodio sexual con su hijastra cuando esta había cumplido 16 años. Por este motivo, su defensa reclamó su libre absolución.

La vista oral se desarrolló ayer en la Audiencia Provincial bajo estrictas medidas de higiene debido a la alerta sanitaria. En todo momento se mantuvo la distancia de seguridad, el acusado y los policías portaron mascarillas.