La Guardia Civil de Artà detuvo ayer en Cala Rajada a un hombre y una mujer por incumplir las restricciones del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19. Los agentes sorprendieron a la pareja en la vía pública cuando reparaba un vehículo sin respetar la distancia de seguridad de dos metros y sin llevar la mascarilla. Al proceder a identificar a los dos ciudadanos, estos se negaron, increparon a los guardias civiles y agredieron a uno de ellos, por lo que ambos fueron arrestados por un delito de atentado a agente de la autoridad.

Mientras, en los puertos, aeropuertos y carreteras del archipiélago continúan los controles de seguridad. El aeropuerto de Son Sant Joan, en Palma, registró ayer la llegada de 289 pasajeros, mientras que otros 317 salieron de Mallorca en los 14 vuelos que operaron, según los datos de la Guardia Civil. De los cuatro vuelos internacionales que ayer llegaron a Palma que son controlados también por Policía Nacional y Sanidad Exterior, 23 personas tendrán que pasar el periodo de cuarentena de 14 días.

Por su parte, el aeródromo de Ibiza ayer recibió 175 viajeros en tres vuelos de entrada y otros 165 abandonaron la isla en tres vuelos de salida. Uno de los vuelos de llegada, procedente de Alemania, aterrizó con 10 pasajeros. El aeropuerto de Menorca contabilizó a 92 personas que llegaron y 126 se marcharon de la isla en seis vuelos programados.

La Guardia Civil denunció ayer en el aeropuerto de Eivissa a un pasajero con destino a Barcelona y le impidió embarcar en el avión por no estar justificado su viaje y no cumplir los requisitos establecidos en el estado de alarma. Mientras, en el puerto de Formentera, la Guardia Civil levantó un acta administrativa por desobediencia a otro viajero que pretendía desplazarse en barco a Eivissa sin motivo justificado. También se le denegó el embarque.

Respecto a los controles realizados ayer en las carreteras y otros puntos de la vía pública en Illes Balears, los agentes identificaron a más de 5.100 personas y 2.700 vehículos. La Guardia Civil identificó a la gran mayoría de conductores en los puntos de vigilancia activados en las islas.

Por último, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en coordinación con las Policías Locales del archipiélago, levantaron ayer 221 actas administrativas por desobediencia en Balears por incumplimiento de las restricciones acordadas en el Real Decreto 463/2020, por el que se declara el estado de alarma. Del total de las infracciones detectadas, 109 tuvieron lugar en Palma y 21 en Eivissa, según los datos facilitados por la Policía Nacional. Durante el periodo de estado de alarma, el archipiélago ha contabilizado más de 22.100 propuestas de sanción.

En Menorca, la Guardia Civil denunció ayer a tres mujeres por tomar el sol y bañarse en la playa de Cala Rafalet, en Sant Lluís. Y, en Mallorca, la Guardia Civil de Llucmajor levantó dos actas administrativas por desobediencia a dos hombres que no conviven en el mismo domicilio por circular en un vehículo por la zona de s'Arenal sin mascarilla.

Tanto la jornada de hoy como la de ayer, las dos primeras en las que es obligatorio llevar la mascarilla en la calle, en espacios abiertos y espacios cerrados de uso público cuando no se pueda guardar la distancia interpersonal de seguridad de dos metros, se están desarrollando sin incidencias relevantes en el archipiélago. Los agentes están concienciando a la ciudadanía e informando de la obligatoriedad del uso de las mascarillas. La mayoría de la población ha demostrado su solidaridad y compromiso social con las nuevas normas.

La Delegación del Gobierno en Illes Balears agradece la colaboración de la ciudadanía y hace un llamamiento a la responsabilidad para el cumplimiento de las recomendaciones sociosanitarias.

Es fundamental mantener la distancia interpersonal de dos metros, evitar las aglomeraciones y seguir con las medidas de higiene de lavarse las manos con agua y jabón con asiduidad, en especial al regresar a casa. También hay que llevar la mascarilla en la calle, en espacios abiertos y espacios cerrados de uso público cuando no se pueda guardar la distancia de seguridad de dos metros.