Más de 300 internos han vuelto a ver a sus familias en los centros penitenciarios de Balears, desde la entrada en vigor el pasado jueves de la orden del Ministerio del Interior para flexibilizar las medidas adoptadas para evitar la expansión del COVID-19 en las cárceles, según informó ayer la Delegación del Gobierno.

La orden contempla el regreso de las comunicaciones ordinarias, por locutorio, y la reanudación de los permisos de salida, siempre que se disfruten dentro de la provincia, como consecuencia de la entrada en Fase 1.

La Delegación del Gobierno informa de que las comunicaciones se están realizando con todas las garantías sanitarias, como la obligación de usar guantes y mascarillas por parte de familiares e internos, la desinfección de los locutorios entre comunicación y comunicación y una desinfección general una vez por semana.

Aademás se han reducido la capacidad del departamento de Comunicaciones al 50% aunque las visitas se han ampliado a seis días a la semana en varios turnos.