El hombre que desde el pasado domingo permanecía atrincherado y armado en su casa, en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), se ha entregado en la comisaría de la Policía Nacional, según informaron a EFE fuentes oficiales.

Lo hizo acompañado de su abogado y escoltado por dos patrullas policiales, según lo pactado este lunes con el negociador que trató de convencer a Víctor P. de que depusiera su actitud.

A última hora del lunes, los agentes convencieron a los padres del hombre, que se encontraban resguardados en el garaje, para que se fueran a la casa de algún familiar donde pasar la noche.

De este modo, y con los padres lejos de la zona, las fuerzas de seguridad decidieron dar al atrincherado unas horas de margen para que reconsiderase la situación y se entregase, como así lo ha hecho este martes.

En las primeras horas de su encierro acudieron efectivos del Grupo de Operaciones Especiales da Policía Nacional (GOE), que se retiraron a media mañana del lunes después de que el juzgado no autorizase la entrada en la vivienda por no existir peligro para terceras personas.

El motivo del encierro con su escopeta de caza está pendiente de confirmar, si bien fuentes de la investigación apuntan a que se trató de una fuerte discusión familiar con sus padres.

Sin embargo, otras fuentes apuntan como desencadenante la presencia de una patrulla de policía que había ido a notificarle una denuncia de su expareja por un encontronazo que se había producido en la tarde del domingo y en el que estaría involucrado su hijo.

Víctor P., de 44 años, tiene antecedentes por altercados por los que ha estado en prisión nueve años al haberle clavado un cuchillo a su padre durante una discusión. Llevaba tan solo unos meses en libertad.

Está previsto que este hombre pase a disposición judicial en las próximas horas, según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia.