La Policía ha detenido a once personas, entre ellas un residente en Palma, acusadas de estafar más de 2,4 millones de euros en Internet a empresas y particulares de múltiples países con el fraude del CEO, que consiste en engañar a un empleado con un email que simula ser su jefe para una operación financiera, que se destina a los timadores.

Se les imputa los delitos de estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal, tras haberse detectado más de de un centenar de cuentas bancarias de las que se habrían valido para defraudar a empresas situadas en Italia, República Checa, Estados Unidos, Líbano, China, Kazajistán o Países Bajos. Para el cobro, contaban con más de 150 cuentas bancarias que constituían una compleja red de intermediarios y "mulas", para así ocultar el origen fraudulento del dinero obtenido y, además, dificultar su identificación.