El colegio La Salle de Palma estaba informado por triplicado de la alergia a la leche que presentaba Naia. La pequeña portaba siempre consigo una tarjeta sanitaria que alertaba de esta circunstancia. También portaba consigo en su mochila adrenalina y las correspondientes instrucciones para que se la inyectaran en caso de sufrir un shock anafiláctico. Por último, los padres y la dirección del centro habían suscrito un plan de actuación ante la posibilidad de que le ocurriera una contingencia de este tipo. Ninguna de estas circunstancias fueron tenidas en cuenta el pasado 24 de mayo cuando se le dio de postre en el comedor escolar un helado que contenía leche.

El informe forense, realizado por la doctora Mariona Antich y el doctor Luis Poncela, ha sido contundente a la hora de valorar la escasa atención médica recibida por la menor. En este sentido hacen especial hincapié en la falta preparación de la auxiliar de enfermería ante una situación tan crítica.

Una posible negligencia

Los facultativos hacen constar que a la pequeña se le tenía que haber administrado adrenalina antes de llamar al 061. Y, por tres veces, se les informó por teléfono de que respiraba la niña cuando no era así.

Los abogados Daniel Castro y Manuel Ponce, que representan a la familia de la menor fallecida en La Salle, consideran que el informe forense es "concluyente, demoledor y no deja lugar a dudas".

Los letrados que ejercen la acusación particular en nombre de la familia de la niña sostienen que los facultativos dejan a las claras que hubo una negligencia a la hora de tratar a la niña. "Es un homicidio por imprudencia pura y dura", recalcaron.