Un joven de 21 años fue detenido ayer de madrugada en la barriada palmesana de Son Gotleu tras chocar con su coche contra un vehículo camuflado de la Policía Nacional, apenas media hora después de ser denunciado por otra patrulla por quebrantar la orden de confinamiento impuesta para frenar la propagación del coronavirus. Tanto el arrestado como los tres policías implicados en el accidente salieron ilesos, aunque el coche policial quedó siniestro total a consecuencia del choque. Los cuerpos policiales de las islas prosiguieron con su campaña de control para evitar salidas injustificadas, que se saldaron el lunes con 405 nuevas denuncias.

Una patrulla de la Policía Nacional detectó sobre la una y veinte de la madrugada de ayer la presencia de tres jóvenes en el interior de un coche en la calle Santa Florentina, en Son Gotleu. Al ver el vehículo policial, dos de los ocupantes salieron a toda prisa y se metieron en un portal. El conductor permaneció en el interior de su vehículo y al ser requerido por los agentes, admitió que sabía que no podía estar en la calle. Los policías comprobaron que ya había sido propuesto para una sanción por los mismos hechos el pasado sábado, así que le volvieron a denunciar y le conminaron a que se marchara de inmediato a su casa.

Media hora más tarde, otro vehículo policial, en este caso un coche camuflado, fue embestido por otro turismo que circulaba a gran velocidad y no pudo frenar a tiempo en la intersección de la calle Santa Florentina con Francesc Julià. Los tres agentes resultaron ilesos y fueron a comprobar el estado del conductor del otro coche, que también estaba indemne, aunque los dos vehículos sufrieron grandes daños.

Mientras los policías comprobaban la identidad del conductor acudió al lugar un coche zeta de la Policía. Los agentes reconocieron al conductor como el joven al que habían denunciado por quebrantar la orden de confinamiento apenas media hora antes. Quedó detenido por un delito de desobediencia.

A lo largo del lunes los cuerpos de seguridad del archipiélago prosiguieron con los controles masivos para asegurar el cumplimiento de las medidas de limitación de movimientos impuestas por el estado de alarma. En total se levantaron 405 propuestas de sanción por desobediencia. De ellas, 181 se abrieron en Palma, 35 en Eivissa, seis en Ciutadella y ocho en Maó.

En Eivissa la Policía Nacional denunció a ocho personas por celebrar una fiesta en el interior de un bar cerrado. Los agentes acudieron al lugar tras recibir una llamada alertando sobre una posible reunión no autorizada, y se percataron de que varias personas entraban y salían del local, aparentemente cerrado. Cuando accedieron a su interior encontraron a ocho personas, que estaban celebrando una fiesta. Todas ellas fueron denunciadas por desobediencia.

Mientras tanto, prosiguen los controles en puertos, aeropuertos y carreteras. El aeropuerto de Palma registró la llegada el lunes de 210 pasajeros y la salida de otros 289 en los doce vuelos programados. En Eivissa entraron 86 viajeros y salieron 54, y en Menorca hubo 36 llegadas y 18 salidas.

Agentes de la Guardia Civil denunciaron a dos hombres que fueron sorprendidos cuando practicaban ciclismo en un camino rural de Pollença. Al ver a los guardias los ciclistas trataron esquivarlos y se desviaron por caminos adyacentes a la carretera, pero fueron finalmente interceptados, identificados y denunciados por incumplir las medidas del estado de alarma.

Por otro lado, los controles en puertos, aeropuertos y carreteras del archipiélago continúan para evitar desplazamientos innecesarios. El aeropuerto de Son Sant Joan, en Palma, registró este lunes la llegada de 210 pasajeros, mientras que otros 289 salieron de Mallorca en los 12 vuelos que operaron, según los datos de la Guardia Civil. El aeródromo de Eivissa recibió 86 viajeros en dos vuelos de entrada y otros 54 abandonaron la isla en dos vuelos de salida. El aeropuerto de Menorca contabilizó ayer a 36 personas que llegaron y 18 se marcharon de la isla en cuatro vuelos programados.

Por otra parte, los distintos cuerpos policiales levantaron el lunes cinco propuestas de sanción por infringir las normas marcadas para los paseos de los menores de catorce años. Se trataba de casos en los que iban los dos progenitores juntos con los niños y en los que se había superado el kilómetro de distancia desde el domicilio marcado como límite.

Fuentes de Delegación del Gobierno en Balears destacaron ayer que durante las tres primeras jornadas en las que se permite salir a los pequeños no se han registrado incidencias graves, aunque se ha detectado una mayor afluencia de gente en paseos peatonales y calles céntricas de las ciudades.

Los agentes han actuado al localizar a grupos de niños que no guardaban la distancia de seguridad, y han recordado a los padres las medidas vigor.

Los menores tienen que ir acompañados por uno de sus padres, solo pueden salir una vez al día, entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche, durante un máximo de una hora y alejarse un máximo de un kilómetro de su domicilio.

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