Una joven tuvo que ser rescatada el martes por la tarde después de que su coche fuera arrastrado por un torrente, que bajaba muy crecido a causa de las intensas lluvias, cuando circulaba por un camino rural en el término municipal de Pollença. La chica salió ilesa después de que un vecino la viera y le lanzara una cuerda para que pudiera salir del vehículo. Su turismo fue empujado a lo largo de un kilómetro, hasta que quedó encajado bajo un puente de otro camino.

Según informa la Policía Local de Pollença, el incidente ocurrió sobre las seis de la tarde del martes, cuando los torrentes bajaban con un gran caudal de agua tras dos jornadas de intensas lluvias. La conductora, una mujer joven, circulaba en un coche por el Camí de Can Roig, en el término municipal de Pollença, muy cerca del límite con Alcúdia. Al atravesar el Torrent de la Font de Malany su vehículo se vio vencido por el empuje del agua y cayó al cauce.

El coche quedó a merced de la corriente sin que la joven pudiera salir, hasta que un vecino de la zona se percató de lo que ocurría y le lanzó una cuerda, que amarró a una pared. De esta manera logró retener el vehículo el tiempo suficiente para que la chica pudiera salir por una ventanilla y ponerse a salvo. Posteriormente el turismo volvió a ser desplazado por el empuje del agua a lo largo de casi un kilómetro del cauce, hasta que quedó encajado bajo el puente de otro camino.

Al lugar se desplazaron patrullas de la Policía Local que asistieron a la joven, que se encontraba ilesa y no precisó recibir atención médica.

El martes la zona norte de la isla sufrió especialmente los efectos de la intensa lluvia. La Policía de Pollença mantuvo cortada la circulación en varios caminos rurales, ya que el nivel del agua de los torrentes subió por encima de la calzada. La situación se normalizó ayer y el único que seguía cortado era el Camí de Can Bou Ros.