El pasado martes se recibe una llamada en uno de los comercios de Palma que permanecen abiertos durante el estado de alarma. El interlocutor se presenta como un miembro de la "Sección de Comunicación de la Guardia Civil" y ofrece la oportunidad de insertar publicidad del negocio en un supuesto "boletín de suboficiales" del cuerpo, por el módico precio de cien euros. El comercial no deja pasar la oportunidad de comentar que se trata de una forma de apoyar a la Benemérita " y dar consejos a la población en estos momentos difíciles" y bla bla... Solo que en este caso pincha en hueso. La propietaria del establecimiento conoce a varios guardias civiles y lo tiene fácil para confirmar si se trata de una revista oficial o no. "No pagues ni un euro", le dicen antes de que acabe de hacer la pregunta. "La Guardia Civil tiene una revista oficial, pero jamás llama a ningún particular para ofrecer publicidad. La publicidad que muestra la contratan porque son las empresas las que llaman". Los guardias civiles confirman que hay varias publicaciones que juegan al equívoco con su nombre para captar publicidad. Y le recomiendan que, si la vuelven a llamar y se ponen pesados, no dude en presentar una denuncia, que estarán encantados de investigarla.

Un policía entre bomberos

Rafel Ferrer, el nuevo jefe de los Bombers de Palma, se ha presentado esta semana en los diferentes parques de la ciudad para conocer a quienes serán sus nuevos hombres y mujeres. Ferrer era hasta ahora inspector de la Policía Nacional, y ejercía como jefe de la Sección Técnica, la unidad que se encarga de evitar riesgos laborales y mantenimiento y planes de prevención en las distintas sedes policiales. Este veterano oficial ha pasado por diferentes grupos a lo largo de su carrera, desde Drogas hasta la coordinación de los coches patrulla. Sus jefes y compañeros le felicitaron cuando anunció que se marchaba a dirigir los bomberos, y le aconsejaron que utilice mano izquierda. Ferrer es conocido en la Jefatura por ser un hombre amante de la disciplina, con rasgos casi militares y gran respeto por la jerarquía. Y no se sabe cómo van a llevar esto los bomberos que, siendo grandes profesionales fuera de toda duda, son poco dados a la disciplina castrense.

A pie de calle

El jefe superior de Policía de Balears, Gonzalo Espino, quiso conocer sobre el terreno los controles policiales para velar por el cumplimiento de las restricciones por la alerta sanitaria del coronavirus. Espino, acompañado por la cúpula policial, estuvo presente el miércoles en lugares de Palma tan dispares como Son Gotleu y el Paseo Marítimo.

Vida natural

La naturaleza es ajena a la crisis del coronavirus, y algunos de los incidentes resueltos por los Bombers durante los últimos días parecen confirmar que la vida sigue. Esta semana se han sucedido los servicios relacionados con colmenas, que parecen surgir de la nada y se instalan donde menos gracia hacen. En el caso de un propietario de un coche aparcado en la calle Caro, se las encontró cubriendo prácticamente la matrícula. Los bomberos cuentan con expertos que consiguen retirar los enjambres causando a los insectos -esenciales para la vida y altamente protegidos- el menor daño posible. El pasado lunes, el incidente fue protagonizado por una gaviota de buen tamaño que quedó atrapada en un respiradero de un domicilio de es Molinar.