La fiscalía solicitó ayer una condena de cuatro años y tres meses de prisión para una mujer acusada de robar 43.000 euros de dos cajas fuertes en un piso de Palma donde trabajaba como limpiadora. La sospechosa negó durante el juicio haberse llevado el dinero, pero varios policías y la denunciante explicaron que les confesó haberse apoderado de 3.000 euros cuando detectaron la desaparición. La procesada está acusada de robo con fuerza en casa habitada con la agravante de abuso de superioridad.

Los hechos, según el relato del fiscal y del abogado de la acusación particular, que representa a los perjudicados, ocurrieron entre enero y septiembre de 2017. La procesada llevaba entonces más de una década trabajando como limpiadora en la vivienda de las víctimas, en el centro de Palma. Durante esos meses, según los afectados, desaparecieron de dos cajas fuertes en sendas habitaciones de la vivienda un total de 43.000 euros.

Los afectados sospecharon que la empleada doméstica había robado el dinero utilizando las llaves que tenían guardadas en un cajón y acabaron alertando a la Policía. Los investigadores acudieron a la vivienda y, según contaron ayer durante el juicio, la sospechosa acabó reconociendo que se había adueñado de unos 3.000 euros para ayudar a su hija y a su nieto enfermo. Añadieron que la mujer relató que ya había solicitado un préstamo para devolver el dinero y se mostró muy arrepentida tras ser detenida.

La sospechosa, que solo respondió a las preguntas de su abogado, negó esta versión de lo ocurrido. La mujer rechazó haberse apoderado del dinero y se desvinculó del robo.

El fiscal mantuvo su petición inicial de cuatro años y tres meses de prisión para la acusada por un delito de robo con fuerza en casa habitada con la agravante de abuso de superioridad. En su alegato final, destacó que la mujer admitió al ser arrestada el robo y que ayer no quiso responder a sus preguntas. El abogado Tomás Vaquer, que ejerce la acusación particular, reclamó la misma condena. Ambos solicitaron que indemnice a los denunciantes con 43.000 euros.

El abogado defensor, por su parte, solicitó la absolución al entender que no hay pruebas directas contra la acusada. Según valoró, ni siquiera está acreditado que en las cajas fuertes hubiera 43.000 euros. El caso quedó visto para sentencia.