Luis Turrión, el joven mallorquín de 25 años fallecido ayer tras verse atrapado por un alud de nieve en la estación de Baqueira Beret, era un experto montañero, e hijo de Antonio Turrión, uno de los guardias civiles más conocidos y apreciados de la Comandancia de Palma. El joven mallorquín estaba al parecer participando en un curso de alta montaña.

El aviso sobre el accidente se dio a las tres menos diez de la tarde, cuando la central de emergencias recibió un aviso sobre un alud que había alcanzado a tres personas en una zona fuera pista denominada la Vinyeta, en la estación de esquí de Baqueira Beret, en la Vall d'Aran (Lleida). Dos de las víctimas habían quedado atrapadas bajo la nieve.

Se puso en marcha un gran dispotivo de auxilio en el que participaron dos hélicópteros, efectivos de los Pompiers de Aran y personal de pistas, que lograron rescatar a las víctimas en condiciones muy difíciles. Luis Turrión fue trasladado en estado muy grave al hospital de Viella en helicóptero, y de allí al Arnau de Vilanova de Lleida. Sin embargo, sus lesiones eran muy graves y falleció esa misma tarde en el centro sanitario.

Luis Turrión era un enamorado de la montaña y un experto en deportes de invierno. Al parecer el joven se encontraba en Baqueira participando en un curso de formación. Su padre, Antonio Turrión, es un guardia civil destinado en la Plana Mayor de la Comandancia de Palma y un gran aficionado al montañismo. La noticia del fallecimiento del joven ha causado una gran consternación en la plantilla de la Guardia Civil de Mallorca.