Los agentes de la Policía Nacional que investigan la agresión sexual a una mujer de unos 80 años en el geriátrico de La Bonanova, en Palma, a manos de otro residente, de 68, no tomarán ninguna medida contra él hasta contar con un informe de la institución que lo tutela sobre su salud mental y su capacidad de discernir lo que ocurre a su alrededor. Los investigadores se han encontrado con la imposibilidad de tener esta información durante el fin de semana, y confían en tenerla mañana lunes, para decidir si se procede o no a la detención del sospechoso.

Los hechos, como ha informado en exclusiva DIARIO de MALLORCA, ocurrieron el pasado miércoles al mediodía, cuando una trabajadora del geriátrico sorprendió a uno de los residentes abusando sexualmente de otra. La dirección del centro informó a los familiares de la víctima, quienes a su vez presentaron una denuncia por la presunta agresión sexual ante la Policía Nacional.

El caso quedó en manos de los agentes de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam), el grupo especializado en delitos sexuales de la Policía, cuyos agentes tomaron declaración el viernes a la trabajadora, principal testigo de lo ocurrido.

Los policías se encontraron con que la víctima, una mujer de unos 80 años, tiene deterioradas sus facultades cognitivas, por lo que resultaba imposible tomarle declaración sobre los hechos. Pero el sospechoso, un hombre de 68 años y como ella residente en el centro, también sufre una aparente discapacidad psíquica y está tutelado por una institución. Los investigadores optaron por solicitar un informe sobre su capacidad mental antes de decidir si se procedía a su detención, pero se han encontrado con que ha resultado imposible contactar con los responsables de la institución durante el fin de semana, La Policía esperaba poder hacerlo mañana lunes, para decidir entonces si se detiene al sospechoso, en función de los resultados de este informe.

En cualquier caso, fuentes cercanas al caso han indicado que los responsables del centro han optado desde el principio por apartar al presunto agresor y reubicarlo en otra planta del centro, lejos de la víctima, para evitar que pueda repetir otro hecho similiar.

Es el segundo caso de agresión sexual que se descubre en el geriátrico de La Bonanova, dependiente del Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS), en los últimos meses. A principios de septiembre fue detenido un joven de 27 años, trabajador del centro, por una presunta violación a una mujer de 94 años que sufre una grave discapacidad intelectual a causa de una enfermedad degenerativa.