Un joven acusado aceptó ayer en la Audiencia de Palma una condena de tres años y tres meses de prisión por dedicarse a traficar con cocaína y hachís en la ciudad en compañía de otras personas que ya fueron sentenciadas y por haber robado en dos domicilios a mediados de 2009.

El sospechoso reconoció los hechos ante el tribunal de la sección segunda y se declaró autor de un delito contra la salud pública y otro de robo con fuerza en casa habitada. La sala le impuso dos años de cárcel por tráfico de drogas y un año y tres meses por robo. Esta última pena se le sustituyó por una multa de dos años y medio con una cuota de cuatro euros diarios. Al final, la condena de prisión se le suspendió por un periodo de cuatro años.

Los hechos se remontan a mayo de 2009 cuando otros dos hombres, los principales acusados que ya fueron condenados tiempo atrás, utilizaban a varios colaboradores para distribuir pequeñas dosis de cocaína y hachís en la ciudad entre terceras personas. El joven sospechoso participaba en la venta de sustancias estupefacientes.

En esas fechas, también cometió dos robos en viviendas, junto con otras personas. Así, durante la madrugada del 24 de mayo de 2009, tras inutilizar la puerta de un domicilio en la zona de Gomila, se apoderaron de un televisor, un ordenador, un anillo, una cadena y 1.200 euros en efectivo.

Un mes más tarde, el 27 de junio de 2009, tras arrancar la puerta de una vivienda cerca de la zona de Reyes Católicos, en Palma, se hicieron con 16.950 euros que el morador guardaba en un armario. El dinero fue intervenido luego porque la propia víctima lo encontró en casa del acusado.