Un joven colombiano de 22 años ingresó ayer en prisión provisional por apuñalar en el pecho a un compatriota de 32 años durante una pelea en la Plaza de las Columnas, en Palma. El juez le imputa un delito de intento de homicidio, al entender de que su intención era acabar con la vida de su rival. El sospechoso huyó tras la agresión, pero fue identificado por la Policía en cuestión de horas y se entregó en una comisaría. La víctima sufrió graves lesiones y fue hospitalizada, pero está fuera de peligro.

Los hechos ocurrieron el pasado domingo, hacia las ocho y media de la tarde. Según informó ayer la Policía. El acusado iba acompañado de una mujer y ambos se acercaron a la víctima, con quien se enzarzaron en una discusión. Durante la riña, el joven empuñó un arma blanca, al parecer una navaja, y se la clavó en el pecho a su rival. La pareja se dio a la fuga a la carrera, mientras varios testigos alertaban a los servicios de emergencias.

Los primeros policías que llegaron al lugar comprobaron que la víctima sangraba abundantemente y pidieron una ambulancia. El hombre fue trasladado de urgencia al hospital Son Espases, donde los médicos comprobaron que la puñalada no había afectado a órganos vitales. En principio, no se teme por su vida.

El caso quedó en manos del grupo de Homicidios de la Policía Nacional, que puso en marcha una investigación. Los agentes consiguieron identificar al sospechoso en poco tiempo y empezaron a realizar gestiones para localizarlo. El acusado tuvo conocimiento de que la Policía iba tras él y el pasado martes se presentó en una comisaría y reconoció los hechos, según explicaron fuentes conocedoras del caso.

Tras ser interrogado en comisaría, el sospechoso fue conducido ayer por la mañana a Vía Alemania. Allí prestó declaración a mediodía en el juzgado de instrucción número 8 de Palma, que se encontraba en funciones de guardia. El magistrado acordó su ingreso en prisión provisional como presunto autor de un delito de intento de homicidio al considerar que pretendía matar a la víctima cuando le asestó la puñalada en el pecho.

En el patio del edificio judicial, tres familiares del acusado aguardaban la decisión del magistrado. Cuando el joven salió custodiado por varios policías para ser trasladado al centro penitenciario, las mujeres corrieron hacia él mientras este se lanzaba al suelo entre lágrimas. Los agentes permitieron a una de las allegadas despedirse de él antes de meterlo en el furgón. Luego, una de las familiares sufrió un ataque de ansiedad.