La fiscalía solicita penas que suman 42 años de prisión para cinco presuntos miembros de una banda acusada de cometer 21 robos en viviendas de Palma en un solo mes. Los ladrones se llevaron un botín valorado en decenas de miles de euros, ya que se llevaban todos los efectos de valor de los inmuebles: dinero en efectivo, joyas, aparatos electrónicos e incluso ropa. Los delincuentes vendían después estos objetos en tiendas de segunda mano o en el mercado negro. Además, causaban importantes destrozos en las casas, a las que accedían forzando alguno de los accesos. Los procesados, que serán juzgados en los próximos días, están acusados de delitos de robo con fuerza en casa habitada, pertenencia a grupo criminal, receptación y falsedad en documento oficial.

La banda, según las conclusiones de la fiscalía, estaba formada por tres hombres y dos mujeres. La oleada de robos se produjo entre el 31 de diciembre de 2018 y el 31 de enero de 2019. Los delincuentes tenían predilección por las plantas bajas de zonas como Sant Agustí, Son Xigala, el Secar de la Real, Son Moix y sa Taulera. Elegían viviendas unifamiliares en las que pudiera haber importantes cantidades de dinero y bienes de valor, en las que se colaban tras inutilizar las alarmas y destrozando ventanas, puertas o cristaleras.

La sucesión de robos cometidos con el mismo modus operandi llevó a la Policía Nacional a iniciar una investigación, bautizada como 'Operación Mohicano'. Los agentes sospecharon pronto que estaban ante una banda especializada que adoptaba importantes medidas de seguridad para evitar ser detenida. Las pesquisas revelaron que el grupo estaba formado por cuatro personas. Tres de ellas irrumpían en las viviendas cuando no había nadie en su interior y la cuarta vigilaba en el exterior. También detectaron que algunos de los efectos robados habían sido vendidos en tiendas de compraventa de artículos de segunda mano.

Las pesquisas llevaron a los investigadores a un grupo de ciudadanos colombianos residentes en Manacor. El 8 de febrero de 2019, la Policía Nacional detuvo en la capital del Llevant a tres de los acusados y recuperó en sus domicilios parte de los objetos sustraídos. El cabecilla de la banda se mostró muy escurridizo. Logró ocultarse durante un mes en varios domicilios hasta que el 5 de marzo fue localizado y arrestado. Los investigadores comprobaron entonces que utilizaba una carta de identidad italiana a nombre de otra persona. Había cambiado la fotografía original por una suya. Su mujer no fue detenida, pero está acusada de haber custodiado los objetos robados y buscado compradores.

La Policía, que consideró a la banda como "el grupo organizado más especializado y activo de los últimos años en Mallorca", les acusó inicialmente de 29 robos cometidos en Palma. Sin embargo, la fiscalía solo considera acreditada su participación en 21 de estos robos.

Por ello, el ministerio público imputa a los cuatro autores materiales 20 delitos de robo con fuerza en casa habitada, dos de ellos en grado de tentativa, otro de hurto y otro de pertenencia a grupo criminal. El cabecilla está imputado además por falsedad documental y a su mujer solo le acusa de receptación y grupo criminal. Así, la fiscalía pide una condena de 11 años de prisión para el presunto líder del grupo, nueve para cada uno de los otros tres autores materiales de los robos y cuatro para la acusada de dar salida a los objetos sustraídos. Además, reclama que indemnicen a los perjudicados por el valor de los efectos que no han podido ser recuperados y los daños causados en sus viviendas.

Está previsto que el juicio por estos hechos se celebre la semana próxima en un juzgado de lo pen21 viviendasal de Palma. Tres de los acusados permanecen en prisión.