La Policía ha detenido a cinco personas por la muerte de un obrero en un accidente laboral en la piscina municipal de Son Roca, en Palma, el pasado verano. La víctima, un cubano de 54 años, falleció al desplomarse el andamio en el que trabajaba. La investigación del grupo de Homicidios ha descubierto una retahíla de irregularidades. La estructura estaba en mal estado y fue desmontada por el empresario antes de que llegara la Policía. Otros dos empleados sin contrato alertaron antes a su jefe que a los servicios de emergencia cuando la víctima agonizaba y los documentos de Prevención de Riesgos Laborales habían sido falsificados. Los cinco sospechosos, arrestados a lo largo de las últimas semanas, están acusados de delitos de homicidio imprudente, omisión del deber de socorro, contra los derechos de los trabajadores y falsedad documental, informó ayer la Policía.

El 5 de agosto de 2019 por la tarde, José Antonio H.V. estaba trabajando en la reparación del falso techo de la piscina de Son Roca. Días atrás se había desprendido una placa y la instalación permanecía cerrada. El Institut Municipal d'Esports (IME) adjudicó las obras a una empresa de Manacor por 11.595,43 euros, según consta en el expediente. El andamio en el que trabajaba la víctima,instalado en el vaso de la piscina, se desplomó. El hombre cayó desde una altura de siete metros y sufrió lesiones muy graves. Fue trasladado en ambulancia a Son Espases, donde falleció poco después.

El grupo de Homicidios de la Policía Nacional puso en marcha una investigación para esclarecer las causas del accidente laboral. Cuando los agentes acudieron esa misma noche al lugar para llevar a cabo una inspección, comprobaron que la escena había sido manipulada. El andamio estaba completamente desmontado y recogido, como adelantó en exclusiva DIARIO de MALLORCA.

Las pesquisas posteriores permitieron descubrir que la estructura estaba en mal estado y no reunía las condiciones mínimas de seguridad. Según los policías, los frenos de algunas ruedas estaban rotas. Además de estas deficiencias, la investigación reveló que se había demorado el aviso a los servicios de emergencias y, en consecuencia, la atención médica a la víctima. El grupo de Homicidios descubrió que cuando se produjo el accidente laboral había otros dos trabajadores en el lugar. Eran ciudadanos pakistaníes sin contrato, quienes en vez de llamar a emergencias, solo avisaron a su jefe, el administrador de la empresa subcontratada.

Este hombre acudió entonces a la piscina de Son Roca y fue él quien reclamó la presencia de una ambulancia ante el grave estado del obrero, mientras sus empleados irregulares se marchaban. La Policía sostiene además que fue este empresario quien desmontó el andamio desplomado antes de que los agentes llegaran al lugar de los hechos para examinarlo, con la supuesta intención de ocultar sus deficiencias y eludir posibles responsabilidades.

Los investigadores de Homicidios analizaron la documentación de la empresa y también ahí encontraron irregularidades. De acuerdo con las pesquisas, el Plan de Prevención de Riesgos Laborales contenía documentos falsificados.

La Policía ha culminado la investigación con la detención de cinco personas de forma escalonada durante los últimos meses, la última el pasado viernes. El administrador de la empresa está acusado de homicidio imprudente y un delito contra los derechos de los trabajadores y la administradora -ambos españoles- solo por el homicidio. Los dos trabajadores pakistaníes han sido imputados por omisión del deber de socorro, mientras otro empleado de la empresa es investigado por un delito de falsedad documental. El caso está en manos de un juzgado de instrucción de Palma.

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