La Guardia Civil ha demostrado durante las últimas dos semanas su capacidad de perseverancia. Desde que desapareció el joven deportista mallorquín David Cabrera el pasado 20 de enero, arrastrado por el agua en el Torrent de na Mora, entre Sóller y Fornalutx, no ha habido un día en que haya dejado de buscarle. El operativo de rastreo en el torrente comenzó de inmediato, en condiciones muy complicadas por el gran caudal de agua que arrastraba tras las intensas lluvias de la borrasca Gloria.

Los expertos en montaña de Guardia Civil y Bombers de Mallorca tuvieron que esperar un par de días para que el agua se aclarara lo suficiente, y examinaron palmo a palmo el cauce, con dos equipos que lo recorrieron en sentidos contrarios. Descartado que estuviera en el interior del torrente, la búsqueda se extendió al mar, con la colaboración de otros organismos de emergencia y embarcaciones particulares. Hasta que fueron pasando los días y los guardias civiles se quedaron solos.

A lo largo de estos últimos días el operativo se ha mantenido con el helicóptero, que ha llegado en su búsqueda hasta la costa de Menorca, y con las embarcaciones del Servicio Marítimo y el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) y el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM). Y ahí siguen.

El inspector bergas se jubila

El viernes se jubiló el inspector Jaume Bergas, jefe de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional. Llevaba 42 años de servicio, 30 de ellos en Palma y los últimos 18 en la UPR, desde que se creó la unidad. Bergas ha tenido que hacer frente durante estos años a situaciones complicadas, como manifestaciones y desahucios, en las que siempre hizo gala de su talante dialogante.

Pinchazos eróticos

En una reciente investigación policial, los agentes pincharon los teléfonos de varios sospechosos. Entre ellos, el de una mujer que mantenía con frecuencia charlas eróticas. Los investigadores tuvieron que escuchar con atención estas sesiones de sexo telefónico por si aparecía algún dato de interés. Pero no.

Un gato en los juzgados

El pasado jueves apareció en el patio de los juzgados de Vía Alemania un enorme gato. El felino paseó entre los vehículos policiales e incluso se adentró en el edificio. Hasta que vio los calabozos, que no debieron de darle buena espina porque se dio media vuelta de inmediato.

Aullidos en el juicio

Una mujer fue juzgada esta semana por unos destrozos en una casa. La sospechosa anunció al comenzar su declaración que padece algunos problemas y tiene dificultades para expresarse correctamente. Se explicó medianamente bien, pero luego sorprendió a los presentes con un potente aullido que asustó a más de uno.

No coló

Un abogado que representa a un acusado de agredir a un hombre con un bate de béisbol, causándole graves lesiones en la cara, intentó llegar a un acuerdo con la fiscalía. La acusación pide una condena de cuatro años de prisión y el letrado ofreció el pago de una multa. La fiscal le dijo que ni hablar. El juicio se celebrará en las próximas semanas.

Narcos escandalizados

"Nos vamos a hacer famosos aquí. ¡Pero si Mallorca es lo más corrupto que hay!", exclamaban esta semana dos presuntos narcotraficantes gallegos durante los minutos previos a la celebración del juicio en la Audiencia Provincial de Palma, al ver el revuelo causado entre los fotógrafos y las cámaras de televisión. Antes de que comenzara la vista oral, los procesados mantuvieron en el banquillo una conversación informal con algunos de los policías encargados de su custodia. El fiscal pedía para los 11 encausados penas que sumaban 71 años de prisión por introducir en la isla cocaína, procedente de Galicia, oculta en sofisticados escondites en el interior de vehículos.

"Prefiero no venir"

Precisamente durante esta vista, cinco acusados de narcotráfico confesaron durante la primera sesion del juicio su participación en el tráfico de drogas. A uno de estos arrepentidos, que habían alcanzado un acuerdo de conformidad, la presidenta del tribunal le ofreció la posibilidad de ausentarse en el resto de sesiones, a excepción de la última. "Prefiero no venir", indicó rápidamente. Esta posibilidad se esfumó cuando comprobaron que estaba en prisión provisional.

Moteros sin moto

Durante la espectacular operación policial contra los United Tribuns quedó patente que esta presunta banda motera se había registrado como asociación y era una tapadera para sus múltiples actividades delictivas. Controlaban la seguridad de locales de ocio y daban 'vuelcos' de droga a otros narcos, entre otros delitos. Muchos de los integrantes de esta organización criminal iban equipados con chalecos, similares a los de los Hells Angels, que supuestamente les acreditaba como banda motera. Sin embargo cometieron un importante desliz: ninguno de ellos tenía moto. Su ardid para camuflar los delitos quedó así al descubierto.

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