Los menores acusados de violar a una niña de 13 años tutelada por el Consell la pasada Nochebuena en Palma siguen escudándose en que las relaciones sexuales fueron consentidas. Al menos cuatro de los seis adolescentes han comparecido esta semana en la Fiscalía de Menores, que investiga los hechos, para ratificar las versiones exculpatorias ofrecidas ante la Policía tras ser detenidos a principios de mes. Los acusados, de entre 14 y 17 años, admiten con algunas contradicciones entre ellos haber mantenido relaciones sexuales con la denunciante, pero alegan que en ningún momento la obligaron ni forzaron. "Ella sabía lo que hacía y lo que quería", resume uno de los acusados en su declaración. El fiscal de menores no ha solicitado hasta ahora medidas cautelares contra ninguno de los implicados. La participación de otro joven de 19 años está bajo investigación en un juzgado de instrucción.

Según el relato de los sospechosos, el 24 de diciembre pasado estaban con unas amigas en el piso de Corea celebrando una fiesta. La víctima contactó por teléfono con una de las chicas, a la que conocía, para decirle que se había escapado del centro de acogida en el que vive y no tenía dónde dormir, por lo que la invitaron a ir a esa vivienda. Los menores afirman que la niña fue a una de las habitaciones con dos de ellos por separado, donde mantuvieron relaciones sexuales. Los otros cuatro implicados fueron después a la estancia, donde siempre según su relato la niña quiso practicar sexo con todos ellos. Algunos sostienen que estas relaciones fueron en grupo, mientras otros aseguran que fueron de uno en uno. En cualquier caso, todos niegan haber intimidado o forzado a la víctima y afirman que todas las relaciones fueron consentidas e incluso a iniciativa de la niña.

El relato de la víctima es radicalmente opuesto. La menor contó que tras fugarse del centro estuvo en un bar de Son Gotleu, cuya dueña intentó explotarla sexualmente. Allí le hicieron beber alcohol y fumó varios porros voluntariamente. Acabó llamando a una amiga, con la que se dirigió al piso de Corea en el que estaban los menores acusados. Una vez allí, esta chica la intimidó para que tuviera relaciones sexuales con los chicos y la víctima, "por miedo", accedió. La denunciante relata hasta cinco agresiones sexuales, una de ellas en grupo, por parte de los adolescentes a lo largo de aquella noche. Además, asegura que algunos de los menores le dieron bofetones cuando intentó negarse a continuar.

La Fiscalía de Menores y la Policía están investigando el papel que tuvo en los hechos la amiga que llevó a la víctima al piso de Corea. Esta adolescente también fue detenida a principios de mes y quedó en libertad tras prestar declaración.

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