Un brasero eléctrico se antoja como la causa del incendio en el que un niño de cinco años murió anteayer en una casa en Vilafranca. Las investigaciones de la Guardia Civil apuntan a que las llamas se iniciaron en este aparato instalado en la cocina de la vivienda, en la que el pequeño se encontraba con su bisabuela, y se extendieron al resto del inmueble. Para confirmar esta hipótesis, agentes del Servicio de Criminalística (Secrim) del instituto armado, especializados en la investigación de incendios, llevarán a cabo una inspección ocular del inmueble para intentar concretar el punto exacto en el que comenzó. En Vilafranca seguían sucediéndose ayer, segundo día de luto oficial en la localidad, las muestras de pesar por el fallecimiento del pequeño Tomeu Umbert.

Según la investigación de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor, encargada de las pesquisas, cuando se declaró el incendio la bisabuela del niño se encontraba en el almacén de la planta baja del inmueble y el pequeño estaba en el primer piso. Las primeras pesquisas apuntan a que el fuego comenzó en la cocina, donde estaba encendido un brasero eléctrico. El aparato habría prendido primero los muebles cercanos y las llamas se extendieron después por toda la estancia.

Cuando la mujer detectó el incendio, subió enseguida para intentar poner a salvo al niño, pero no pudo llegar a él porque el fuego y el humo se habían extendido por buena parte de la casa. La anciana sufrió quemaduras en brazos y manos al tratar de rescatarlo. El menor se quedó atrapado en una de las habitaciones, mientras la anciana pedía auxilio a gritos desde una terraza. Tampoco los vecinos que corrieron en su ayuda pudieron adentrarse en la vivienda para buscar al niño.

Los primeros bomberos que llegaron se toparon con un incendio de grandes dimensiones. Las llamas devoraban ya casi toda la primera plantaLas llamas devoraban ya casi toda la primera planta y el humo dificultaba sobremanera la intervención. Los especialistas consiguieron localizar al niño en una de las habitaciones. Estaba inerte junto a una cama y fue rescatado y trasladado a una ambulancia. A las puertas de la vivienda, los efectivos del Ib-Salut intentaron reanimarlo durante una hora, pero todos los esfuerzos fueron en vano y el niño falleció. El menor no presentaba quemaduras y, a la espera de los resultados de la autopsia, todo apunta a que murió intoxicado por el humo acumulado en la habitación. Tres de los bomberos que actuaron en el incendio acabaron en el hospital de Manacor, con síntomas de intoxicación por inhalación de humo. Su estado no era grave.

Los especialistas del Secrim de la Guardia Civil acudieron el mismo sábado por la tarde a la vivienda siniestrada. Sin embargo, se optó por posponer la inspección ocular ante las altas temperaturas que todavía se registraban en el inmueble. Los investigadores tienen previsto regresar hoy a la casa para analizar la escena y confirmar si, como parece, el incendio se inició en el brasero eléctrico de la cocina.

Vilafranca sigue conmocionada por la muerte del menor, que se había quedado con su bisabuela porque sus padres estaban de viaje en Madrid. El equipo de fútbol de la localidad guardó un minuto de silencio en memoria del pequeño en el partido que disputó el mismo sábado por la tarde. En las redes sociales se sucedían los mensajes de pésame por lo ocurrido.

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