Más de 150 personas se reunieron el miércoles en un restaurante de la carretera de Manacor para rendir homenaje a Antonio Polo, uno delos guardias civiles más conocidos de la isla y toda una institución en su pueblo, Algaida. Había motivos para celebrar, ya que Polo se jubila tras pasar 45 de sus 65 años en las filas de la Guardia Civil. Ha sido durante décadas uno de los más destacados miembros de la Policía Judicial, y hasta el último momento ha estado trabajando en la calle. En estos últimos años, como miembro de la Policía Judicial de Algaida, ha participado en algunas de las más importantes operaciones desarrolladas en la isla. Entre los comensales que le rindieron reconocimiento el miércoles había numerosos compañeros, tanto en activo como retirados, como el coronel Jaime Barceló, el teniente coronel Antonio Orantos, o los comandantes Bartolomé del Amor y Joaquín Molina, así como el juez José Castro. El ágape finalizó con discursos del coronel Barceló, que dijo que Polo es el hermano que le hubiera gustado tener, y del teniente coronel Orantos, que le recordó que un guardia civil como él no se jubila nunca. El homenajeado estaba tan emocionado que no pudo responder a las alocuciones.

Duelo de infractores

El pasado miércoles, sobre las diez de la mañana, un elegante caballero circulaba en bicicleta por la plaza Porta Pintada de Palma, desde la calle Sant Miquel a la Plaza de España, cuando una anciana le espeta: "¡Por aquí no!". El ciclista se gira y a su vez le replica: "¡Sí, señora, pero la basura se tira a partir de las ocho!". La mujer continuó su camino muy digna, arrastrando una enorme bolsa de basura hacia el contenedor, mientras el hombre prosiguió su marcha en bicicleta por la zona de peatones. El duelo de infractores acabó en tablas.

Reprimenda por la voz

Una acusada declaró durante todo el juicio en voz baja. Tanto, que apenas se escuchaba su declaración, en la que negó su implicación. La magistrada le reprendió varias veces por ello y le pidió, con escaso éxito, que hablara más alto. Finalizado el juicio, la sospechosa hizo uso de su derecho a la última palabra. Y entonces sí, casi gritó para proclamar su inocencia. "Ahora sí que la he oído bien", dijo con sorna la magistrada.

Un coche molesto

Un joven circulaba por la calle Manacor, en Palma, cuando se topó con un coche en doble fila. Empezó a pitar, reprendiendo varias personas que estaban junto al vehículo creyendo que era suyo. En realidad era un turismo camuflado de la Policía Nacional en un registro en la operación contra los United Tribuns.

Biblia Motera

Entre el material intervenido a esta banda llamaba la atención la denominada Biblia Motera. Un libro con sus estatutos y su declaración de principios, envueltos de violencia y connotaciones neonazis.