Siete presos se enfrentaron el pasado jueves en una reyerta después de que dos de ellos trataran de apuñalar a otro con un pincho en la cárcel de Palma, según informaron ayer los sindicatos ACAIP y UGT. La riña, ocurrida en uno de los módulos más conflictivos del centro penitenciario, no dejó heridos pero obligó a intervenir a casi todos los funcionarios de la prisión. Tras la riña, fueron intervenidos además del arma blanca un pequeño teléfono móvil y dos jeringuillas. Los representantes de los trabajadores denuncian que la "sobreocupación" en la prisión propicia este tipo de altercados.

La trifulca tuvo lugar, según los sindicatos, el pasado día 2 por la mañana en el gimnasio del módulo 13, que acoge a los presos más peligrosos y problemáticos. Dos internos, un chileno y un colombiano, atacaron a otro preso africano con un objeto punzante de fabricación artesanal de más de 20 centímetros en un aparente ajuste de cuentas por el control del módulo. La víctima logró esquivar la puñalada y no resultó herida, pero la agresión provocó un enfrentamiento entre presos partidarios. Hasta siete internos se enfrentaron en la riña.

La pelea obligó a intervenir a casi todos los funcionarios que estaban trabajando en ese momento en la cárcel de Palma. Incluso la jefa de servicios y el director de la prisión acudieron al módulo ante la gravedad de los hechos. Los funcionarios intervenieron, además del pincho, un pequeño teléfono móvil y dos jeringuillas.

Los tres internos implicados en la riña inicial han sido trasladados a celdas de aislamiento, mientras los otros cuatro han sido conducidos a otros módulos para evitar nuevos altercados.

ACAIP y UGT apuntan a un "ajuste de cuentas" por el control del módulo como detonante de la trifulca. Aseguran que algunos internos pretenden monopolizar el "tráfico de objetos prohibidos" y obligan a otros reclusos a introducirlos en el centro penitenciario. También se registran, aseguran, extorsiones y robos entre los propios presos. Estos grupos "son muy difíciles de desarticular" por la ley del silencio imperante, ya que los internos no se denuncian unos a otros.

Los sindicatos sostienen que la "masificación y la sobreocupación" de los módulos 13 y 14 del centro penitenciario de Palma hacen "muy difícil el control de estos internos especialmente conflictivos". Además, recuerdan que el pasado 2 de agosto ya se produjo una pelea en el módulo 13 de la prisión palmesana. En aquella ocasión, varios presos se enfrentaron con pinchos, sillas y pesas también en el gimnasio. Un interno tuvo que ser atendido en la enfermería por las lesiones sufridas y seis presos acabaron en celdas de aislamiento por su participación en la riña.Incendio

Unas horas después de la pelea en el módulo 13 de la cárcel de Palma se produjo otro grave incidente. Un preso que estaba en una celda de aislamiento provocó un incendio el jueves por la noche al prender fuego a varias mantas. Los funcionarios tuvieron que desalojar tanto a este recluso como a los de las celdas colindantes ante el riesgo de que resultaran intoxicados por la humareda que se generó. Los propios trabajadores lograron sofocar las llamas, según explicaron los sindicatos UGT y ACAIP.