Agentes de la Policía Nacional arrestaron el pasado martes a un ciudadano marroquí de 36 años que se disponía a introducir un kilo de cocaína en Son Banya. La Policía había instalado un dispositivo especial de vigilancia ante las sospechas de que los clanes de narcotraficantes del poblado estaban a punto de recibir una gran partida de droga. En uno de estos controles fue interceptado un coche en Son Ferriol que se dirigía a Son Banya. Tras registrar el vehículo, los agentes descubrieron el paquete de droga, con un valor en el mercado que podría superar los 60.000 euros. El detenido presumiblemente es un correo contratado por una organización de traficantes. Ayer ingresó en prisión tras declarar en el juzgado.

La intervención se encuadra dentro de la operación Relámpago, una larga invetigación de la Policía Nacional sobre los narcos de Son Banya. Los agentes descubrieron que los clanes del poblado estaban a punto de recibir un gran alijo de cocaína para cubrir la demanda estas navidades. Así que pusieron en marcha un dispositivo de vigilancia especial en los accesos.

En uno de estos controles policiales fue interceptado el martes por la tarde un coche conducido por un ciudadano marroquí de 36 años en Son Ferriol, cuando intentaba acceder a Son Banya. Los agentes examinaron detenidamente el vehículo y descubrieron que en el habitáculo del airbag del copiloto llevaba escondido un paquete en forma de ladrillo. Contenía un kilo de cocaína, con el anagrama Top 1 grabado. Su valor en el mercado negro podría superar los 60.000 euros.

El hombre es presuntamente un correo, contratado por una organización de narcotraficantes para transportar la droga. Quedó inmediatamente detenido y ayer fue conducido a disposición judicial. El titular del juzgado decretó su ingreso en prisión. La Policía prosigue las investigaciones para averiguar quiénes eran los receptores del alijo.