La Guardia Civil tuvo que emplear sedación para reducir y detener a un hombre corpulento especialista en artes marciales que había cometido diferentes agresiones en los últimos días en bares de Inca.

El instituto armado informó ayer de que el arrestado, acusado de lesiones y amenazas con arma blanca, es un ciudadano marroquí que reside irregularmente en Mallorca, por lo que tras ser puesto a disposición judicial quedó ingresado en prisión pendiente de ser expulsado del país.

Este hombre, !que causaba pánico y creaba continuamente alteraciones graves del orden", según la Guardia Civil, fue detenido la semana pasada por un altercado en un bar tras el que trató de agredir a los agentes que acudieron a detenerle.

Tras pasar por el juzgado, fue puesto en libertad y volvió a protagonizar incidentes en dos bares donde lesionó a otros clientes. Finalmente, en la última de las sucesivas peleas provocadas por esta persona, los agentes que acudieron a detenerle requirieron la intervención de un médico para que sedara al agresor.