Los delincuentes que perpetran secuestros virtuales han puesto en marcha una nueva variedad coincidiendo con las fiestas navideñas. Esta versión renovada causa un mayor desasosiego a las víctimas. Los malhechores se hacen vía internet con los datos de un posible vuelo largo de avión de un familiar para cometer la fechoría. El allegado tiene imposible contactar con él y el estafador puede actuar a sus anchas.
La Unidad Central de Delitos Especializados y Violentos (UDEV) de la Policía Nacional ha alertado a todas las Jefaturas de Policía de España alertando de esta práctica novedosa. Balears no ha sido ajena a este delito y se han registrado 23 secuestros virtuales.
El inspector Diego Cazalla es el negociador de la Jefatura Superior de Policía de Balears y ha tenido que terciar para impedir pagos a secuestradores virtuales en Palma. "La estrategia de estos delincuentes pasa por tener ocupado el teléfono todo el tiempo de la víctima para que no pueda telefonear a su familiar, y comprobar que está bien, ni a la Policía", explica.
Angustia y desconcierto
La angustia y el desconcierto que genera una llamada alertando de un secuestro virtual son aprovechados para que la víctima pueda comprobar la veracidad. "Se suele escuchar gemir de fondo con un sonido de muy poca calidad. Anuncian que tienen secuestrado a su hijo y utilizan en su provecho el nerviosismo que esto genera", recalca.
Las llamadas de secuestradores virtuales se efectúan con número oculto o desde el prefijo chileno 0056. De hecho, muchas conferencias las realizan desde cárceles de este país sudamericano. "No siempre aciertan, porque llaman al azar", insiste Cazalla.
No obstante, los datos de un vuelo de un familiar, extraídos de internet, les pueden proporcionar más posibilidades de éxito. "Los años 2016 y 2017 fueron los más duros. También en Balears. Hubo 17 secuestros virtuales el primer año y seis el segundo", recuerda el negociador de la Policía. Además, las víctimas llegaron a efectuar un primer pago de 600 euros. "En las nueve primeras denuncias que recibimos, los números de los teléfonos fijos eran correlativos. Es una clara prueba de que hacen las llamadas al azar.
Desde que en 2016 se tiene constancia de la existencia de los secuestros virtuales se han registrado en toda España 1.857 delitos y se han efectuado pagos por valor de casi 100.000 euros. Solo este año han habido 119 casos. "La víctima tiene que ser consciente de que sufre una estafa. Debe buscar el hueco para llamar a su familiar y a la Policía", aconseja Cazalla.
