Un presunto pedófilo, de origen dominicano, fotografiaba a niños en PalmaEn algunas de estas fotos, los menores aparecían en una actitud con claras connotaciones sexuales. El fiscal pide para el procesado un total de 84 años de prisión por corrupción de menores y distribución de pornografía infantil. El juicio se celebrará el próximo miércoles y el jueves en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma.

El procesado habría distribuido en internet vídeos y fotografías pornográficas de menores desde 2012 hasta febrero de 2016. Para ello se conectaba a la red desde el ordenador situado en el domicilio de su abuela en Palma. Desde este terminal habría distribuido 285 archivos de pornografía infantil entre el 8 y el 27 de octubre de 2015.

El sujeto también distribuía los vídeos y fotos desde un domicilio donde vivía ya solo y desde un local, cerrado al público, donde teóricamente desarrollaba su labor de fotógrafo artístico.

El acusado aprovechaba, presuntamente, su condición de exalumno de un colegio palmesano y que su hermano pequeño jugaba en un equipo de fútbol infantil para hacer fotografías a otros menores. También se servía de las amistades de su padres con otros progenitores para hacer fotos a los niños. Por medio de estas artimañas había conseguido captar y atraer a varios pequeños, con edades comprendidas entre los siete y los 15 años para que se dejaran fotografiar. Asimismo, había contado con el beneplácito de algunos padres para que les hiciera un reportaje fotográfico a sus hijos.

Sin embargo, este individuo se aprovechaba del permiso paterno para fotografíar a los menores en actitudes sexualmente explícitas o desnudos, con la excusa de los cambios de vestuario. A continuación editaba sin su consentimiento dichas imágenes y posteriormente las compartía por medio de varios perfiles en distintas redes sociales. El sujeto, en ocasiones, retocaba las fotografías que hacía a los niños para, utilizando su cara, ponerlas en los cuerpos de otros menores.

Para la realización de las sesiones de fotos, el individuo proporcionaba y sugería el vestuario. También decidía que poses debía adoptar el niño, incluidos posados en camas. En un disco duro externo se encontraron buena parte de estas imágenes de menores, claramente sexualizadas, y en algunos de ellos aparecía con el pene erecto.

La Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional de Madrid dio la voz de alarma, tras ser advertidos desde el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados de Estados Unidos de la existencia de al menos 153 imágenes y un vídeo de pornografía infantil. Estos archivos los habría publicado en una página de internet y algunos de ellos los habría compartido a través de emule, al tiempo que se habría descargado material pedófilo.

El fiscal solicita para el encausado ochenta años de cárcel por una decena de presuntos delitos de corrupción de menores y cuatro por distribución de pornografía infantil.