La sede judicial de sa Gerreria, en Palma, lleva desde agosto sometida a obras de reforma, después de que se desprendieran unos ladrillos de su fachada. Los responsables de infraestructuras del ministerio decidieron cortar por lo sano y retirar todos las placas que hay tanto en la fachada como en el patio interior y dejar los muros lisos y pintados. El problema que se están encontrando es que la gran mayoría de los ladrillos están fuertemente anclados y resulta difícil arrancarlos.Las previsiones apuntan a que estarán en obras hasta marzo. Lo sorprendente es que es un edificio que tiene menos de veinte años y que se presentó como la gran apuesta por modernizar las sedes judiciales en Mallorca, aunque ya tuvo que ser modificado porque se habían olvidado de colocar el archivo, lo que se tuvo que solucionar quitando el parking previsto para los funcionarios.

Peligro: 'Hojaplaning'

Los ciclistas urbanos que transitan por Palma estos días se han encontrado con un enemigo inesperado: el manto de hojarasca que cubre muchas calles de la ciudad. El pasado martes, un elegante caballero que iba a cruzar en bici las Avenidas a la altura de la calle Pérez Galdós se metió un espectacular batacazo al resbalar sobre la capa de hojas, un fenómeno conocido como 'hojaplaning'. Varios transeúntes y conductores se acercaron preocupados, pero la cosa no fue tan grave como parecía. El ciclista se sacudió las hojas de la gabardina y siguió su marcha, aunque quizá un poquito más despacio que antes.

No era la fiesta de la espuma

El pasado miércoles se declaró un incendio en un transformador subterráneo en Santa Mariaincendio en un transformador subterráneo en Santa Maria, lo que dejó sin luz a cientos de abonados. Los Bombers de Mallorca tuvieron que cortar la corriente y llenar literalmente la instalación de espuma. La imagen que difundieron, de un bombero saliendo del sótano, recordaba a una fiesta de la espuma en una discoteca de Eivissa, aunque probablemente fue algo mucho menos divertido.

Pulseras solidarias

El Sindicato Unificado de la Policía (SUP) ha puesto en marcha una campaña de venta de pulseras solidarias,con un precio de un euro, cuyos beneficios se enrtegarán de forma íntegra a las personas necesitadas que acuden al comedor social Tardor de Palma.