Ocho años después de que su madre se llevara a su hija por la fuerza a Polonia, el mallorquín Albert Encinas pudo reencontrarse con Olivia. Tras el efusivo abrazo, el padre y la menor abandonaron rápidamente el país del Este. Pese a que una sentencia le otorgaba al padre la custodia de la niña y estaba en vigor una orden europea de detención y entrega de la progenitora, no se había detenido a Katarzyna Hlond hasta ahora.

La Policía polaca localizó el miércoles en la localidad de Katowice, al sur del país, a la fugitiva y a la menor secuestrada. Nada más tener noticias del arresto de su exesposa, Albert Encinas se trasladó el mismo miércoles desde Pollença a Polonia. En el día de ayer se produjo el anhelado reencuentro del padre con Olivia.

Fin de la pesadilla

La pesadilla de Albert Encinas comenzó hace exactamente ocho años. En diciembre de 2011, con el pretexto de visitar a su familia en su país de origen, Katarzyna Hlond decidió llevarse a Polonia a su hija Olivia, que contaba entonces con tres años, para que supuestamente conociera a sus abuelos maternos. Desde entonces se desconocía su paradero.

La madre decidió no regresar a España. Lo que inicialmente se planteó como una visita a sus abuelos de Polonia se tornó en el secuestro de una menor.

Las sentencias fueron cayendo una tras otra del lado de Albert Encinas. "Hasta un tribunal polaco le reconoció la custodia al padre", resaltó ayer el abogado Juan Antonio Godoy que le asiste en Polonia.

Durante todo este tiempo, Katarzyna Hlond se ha dedicado a esquivar la acción de la justicia y se ha vanagloriado de ello. Hasta el punto de que la madre llegó a aparecer en un programa de televisión con una peluca. Katarzyna Hlond desafió en 2018 la orden de busca y captura en vigor para participar en la pequeña pantalla polaca donde se jactaba que era una prófuga de la justicia. "Ha cambiado continuamente de domicilio y no era posible localizarla ni notificarle nada", resaltó el abogado de Albert.

Desde que la madre secuestrara a su hija en 2011, Albert Encinas no ha cejado en su empeño de recuperar a su hija Olivia. De hecho se ha gastado más de 60.000 euros en los numerosos viajes realizados a Polonia, en contratar detectives privados o en abogados para los numerosos pleitos.

Al parecer , Katarzyna contaba con numerosos apoyos en su país que le habían ayudado a eludir a la Justicia. No obstante, el cerco se fue estrechando en torno a ella y la policía polaca encontró a madre e hija en Katowice y fue detenida. El padre viajó de inmediato a Polonia el miércoles y, después de reencontrarse con Olivia, ambos salieron ayer del país.