Culpable de asesinato con alevosía y ensañamiento y de robo con violencia e intimidación. El veredicto del jurado, decretado por unanimidad, consideró ayer que Antonio Borràs Fernández acabó con la vida de su exsuegro en su casa de Sencelles sin que la víctima se pudiera defender y para causarle un gran sufrimiento. El tribunal popular también apreció que la finalidad era robar el dinero que Juan Antonio Florit tenía en una vasija y se mostró desfavorable a un indulto.

Tras la resolución del jurado, la fiscal mantuvo su petición para el procesado de 30 años de cárcel30 años de cárcel. Un total de 25 años por el delito de asesinato con alevosía y ensañamiento y cinco años por el robo con violencia e intimidación. A raíz del veredicto, la acusación particular se adhirió a la solicitud del ministerio público de 30 años de prisión.

No obstante, la petición de indemnización difirió entre estas partes. La fiscal reclamó 100.000 euros para la hija del procesado y 75.000 para los padres de la víctima. En cambio, la acusación particular solicitó 400.000 euros para la hija del encausado, 300.000 para los padres del fallecido y otros 100.000 euros para la hermana.

Mientras, el abogado defensor se vio obligado a elevar su solicitud de pena para el cliente a 23 años y medio. De estos 20 años por asesinato y tres años y medio por el robo con violencia.

Los hechos por los que Antonio Borràs fue decretado ayer culpable de asesinato con alevosía y ensañamiento de su exsuegro y de robo con violencia e intimidación tuvieron lugar entre las nueve de la noche del 15 de mayo y las dos de la madrugada del 16 de mayo de 2017 en una finca apartada de Sencelles. La víctima, de 57 años, presentaba problemas de movilidad y una discapacidad física del 43%, a raíz de un accidente de moto.

Tal y como apreció el jurado en su veredicto, Juan Antonio Florit abrió la puerta de su domicilio situado en el Camí de Son Creixell a su exyerno, padre de su nieta. En un momento dado, Antonio Borràs se abalanzó sobre él sin que se pudiera defender para arrebatarle el dinero.

Brutalidad extrema

En primera instancia, el asesino le propinó a la víctima puñetazos. Acto seguido le golpeó en la cabeza con una olla y una vasija. Una huella dactilar del autor del crimen quedó en esta última.

A continuación le propinó a la víctima casi medio centenar de cuchilladas con extrema brutalidad. Hasta el punto de que algunas de estas puñaladas le causaron la fractura del húmero y una de ellas le amputó un dedo . La escena del horrible crimen fue la cocina. que quedó llena de sangre. La Guardia Civil le detuvo dos días después en Palma.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • El hombre asesinado en Sencelles fue degollado y sufrió cuchilladas y golpes
  • El acusado de asesinar a su exsuegro en Sencelles pide perdón porque "todo ha sido muy feo"

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO