El tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial condenó ayer a seis años de prisión a un preso de la cárcel de Palma por violar a otro en la celda. La sentencia también estableció el alejamiento de la víctima durante un periodo de diez años.

Los hechos que se enjuiciaron ayer tuvieron lugar sobre las cuatro de la tarde del 2 de julio de 2017 en una celda del Centro Penitenciario de Palma. Ante la negativa del otro recluso a tener relaciones sexuales con él, Santiago S.S., que contaba entonces con 22 años, comenzó a agredir al otro recluso.

Los golpes al reo los alternó con amenazas de hacerle la vida imposible tanto a él como a sus hermanos, que también se encontraban internos en el penal palmesano. Finalmente, el agresor penetró analmente a la víctima y le conminó a guardar silencio o de lo contrario materializaría sus amenazas. Atemorizado, el preso agredido sexualmente optó por callarse.

Al día siguiente, el violador trató de repetir la fechoría. Cuando el otro interno se negó a tener relaciones sexuales, el agresor sexual trató de forzarle. Entre ambos se inició un forcejeo que fue escuchado por los funcionarios.

El fiscal inicialmente solicitaba para el acusado una pena de 13 años de prisión. De estos, nueve años correspondían a una agresión sexual consumada y los otros cuatro por una presunta violación en grado de tentativa. Tras alcanzar el ministerio público un acuerdo de conformidad con la abogada de la defensa, la pena se rebajó a seis años de prisión y se le impuso el alejamiento de la víctima durante una década.