Dos agentes de la Policía Local de Andratx resultaron intoxicados por inhalación de humo este domingo en un incendio declarado en un edificio de tres plantas, que fue desalojado y quedó precintado ante la posibilidad de que la estructura esté afectada. Los bomberos trabajaron durante algo más de una hora para sofocar las llamas, que según las primeras pesquisas comenzaron por un fallo eléctrico. El incendio causó cuantiosos daños en una vivienda y el humo afectó al resto de la finca.
Los hechos ocurrieron hacia las dos y media de la tarde en un inmueble situado en el número 12 de la calle Alejandro Cardunets, según explicaron fuentes de los Bombers de Mallorca. Las llamas comenzaron en la vivienda situada en la segunda planta y se extendieron con rapidez. Varias llamadas alertaron a los servicios de emergencias, que se movilizaron de inmediato.
Al lugar acudieron efectivos de los Bombers y patrullas de la Policía Local y la Guardia Civil. Dos agentes del cuerpo municipal se adentraron en el edificio para desalojar a los moradores. Ambos resultaron intoxicados por el humo que respiraron y tuvieron que ser atendidos por los efectivos sanitarios del Ib-Salut, que envió varias ambulancias al lugar. En principio, su estado no era grave.
Las dotaciones de los Bombers de Mallorca, llegadas desde el parque de Santa Ponça, trabajaron durante algo más de una hora para sofocar completamente las llamas. Los equipos de extinción comprobaron que una habitación había quedado completamente arrasada por el fuego y que el resto de la vivienda estaba afectada por el humo.
La inspección del edificio reveló que podría haber sufrido daños estructurales. Por ello, se acordó precintarlo e impedir que los moradores regresaran a sus casas ante el peligro que suponía. Fuentes de los servicios de emergencias explicaron que está previsto que hoy los técnicos del Ayuntamiento de Andratx lleven a cabo una revisión minuciosa de la finca para aclarar si existe algún riesgo, tras lo que se decidirá si los residentes pueden volver a sus viviendas.
Las primeras pesquisas sobre el origen del incendio apuntan a un fallo en un cuadro eléctrico, que habría empezado a arder por una sobrecarga. Las llamas se extendieron al resto de la vivienda y generaron una densa humareda negra.
