Una mujer fue juzgada ayer en Palma por acuchillar en dos ocasiones por la espalda a su compañero sentimental tras una discusión conyugal en el domicilio en el que ambos residían a mediados de diciembre de 2017. La víctima fue el autor de un robo millonario a la Paca en 2006, cuando era una de las mayores narcotraficantes de Mallorca, lo que desencadenó el llamado caso Son Banya.

La acusada alegó que no recordaba lo sucedido y que la noche anterior estuvieron consumiendo alcohol y drogas. Según su versión, discutió con su pareja, a la que había denunciado en varias ocasiones por violencia de género, y se defendió. "No me acuerdo de haberle apuñalado", aseguró entre lágrimas.

Mientras, el perjudicado, el hombre, recordó cómo fue acuchillado dos veces por la espalda cuando se marchaba de casa para ir al trabajo y detalló que la hoja del cuchillo se le quedó clavada dentro del cuerpo y los médicos tuvieron que extraérsela una vez en el hospital de Son Llàtzer. "Luego, ella fue a la cocina a por otro cuchillo para apuñalarme por tercera vez. Entre mi compañero de piso y yo la reducimos", indicó el afectado, de complexión fuerte.

El hombre lamentó ante la magistrada que ninguna institución le haya ayudado, pese a ser víctima de malos tratos: "No he recibido ningún apoyo, me han dejado solo de la mano de Dios, he perdido el trabajo, me he quedado solo, sin casa, nadie me ha apoyado, no he recibido ninguna asistencia jurídica ni psicológica pese a ser maltratado". El perjudicado insistió: "Si hubiera sido al revés yo estaría aún en prisión y ella a los dos días ya estaba en la calle". Además, el afectado manifestó que no quería que ella se acercara a él. "Desde aquel día ya no estoy con ella. Fuimos pareja seis o siete años. No era una relación sana. Ella me ha puesto muchas denuncias, denuncias falsas. En 2016, ella me clavó unas tijeras", aseguró el ciudadano.

El fiscal solicitó una pena de cinco años de cárcel para la acusada por un delito de lesiones graves con instrumento peligroso con la circunstancia agravante de parentesco y que ingrese en prisión de forma inmediata. La magistrada decidirá si encarcela a la mujer el próximo lunes. El ministerio público, que incrementó su petición de indemnización a más de 10.000 euros, recalcó en sus informes que los hechos eran muy graves y que podrían haber constituido una tentativa de homicidio, ya que la víctima fue apuñalada por la espalda en dos ocasiones. Además, el fiscal reconoció que ha existido un trato desigual a la víctima al ser un hombre del que hubiera recibido si se hubiera tratado de una mujer. Según indicó, esto le generó un mayor estrés y una sensación de injusticia, ya que no recibió ninguna ayuda de instituciones o de la conselleria. Por último, el fiscal insistió en que la acusada era plenamente consciente de sus actos, ya que, tras perpetrar la agresión, escondió un cuchillo en un cajón de la mesita de noche en su habitación.