Una mujer de 70 años sufrió este martes graves quemaduras después de que un individuo la rociara con un líquido inflamable y le prendiera fuego cuando estaba sentada en un banco, junto a un parque infantil en la calle Son Peretó, en Palma. La víctima fue ingresada inicialmente en Son Espases y por la tarde fue trasladada al hospital Vall d'Hebron de Barcelona.

Aunque no hubo testigos directos de la agresión, algunas personas apuntaron a que el autor podría tratarse de un indigente de la zona conocido como el Conguito. Agentes de la Policía Local le encontraron en la infravivienda en la que reside, y le entregaron a la Policía Nacional. Este martes por la tarde la Policía confirmó que había quedado detenido por su presunta participación en los hechos.

La agresión ocurrió a las diez y veinte de la mañana de ayer en un parque situado en la calle Son Peretó, entre sa Vileta y Son Rapinya, en Palma. La mujer, llamada María Ángeles, es también una indigente que reside en una infravivienda ubicada en Son Cotoner, aunque suele frecuentar la zona de Son Peretó. Al parecer se encontraba sentada en un banco, muy cerca de un parque infantil, cuando un individuo la roció con un líquido inflamable y le prendió fuego.

La Policía Nacional no había encontrado ayer ningún testigo directo de la agresión. La primera que se percató de lo ocurría fue una empleada de Emaya, que vio a la mujer con la ropa ardiendo. La barrendera acudió en auxilio de la víctima, le quitó la ropa quemada y alertó al 112.

Al lugar acudieron con urgencia varias patrullas de la Policía Local de Palma y una UVI móvil del 061. La dotación sanitaria estabilizó a la mujer, que se encontraba aparentemente tranquila pese a que sufría graves quemaduras desde la cadera al tórax. La Policía Local puso en marcha una alerta verde, con varias de sus dotaciones cortando el paso en los cruces, para que la ambulancia llegara cuanto antes a Son Espases.

Mientras tanto, varios transeúntes que aparecieron por la zona apuntaron a la posibilidad de que el autor de la agresión fuera otro indigente muy conocido en la zona, conocido como el Conguito. Este hombre, de unos cincuenta años de edad y que al parecer padece una discapacidad intelectual, reside en una casa ocupada muy cerca del lugar de la agresión.

Un vecino acompañó a los policías hasta la casa. Según declaró este testigo, cuando los policías llamaron a la puerta, el hombre tardó bastante rato en abrir. Cuando finalmente respondió a las llamadas, tenía las manos y los pantalones ennegrecidos. El testigo añadió que parecía que se había cambiado el jersey.

Los policias condujeron al sospechoso al parque donde ocurrió la agresión, y allí lo entregaron a los agentes de la Policía Nacional, que se han hecho cargo de la investigación. Los agentes de Homicidios y la Policía Científica acordonaron la zona, realizaron una detenida inspección ocular y recogieron los restos de la ropa quemada de la víctima.

El sospechoso fue trasladado a las dependencias de la Policía Nacional, inicialmente para declarar como testigo. Sin embargo, por la tarde un portavoz policial confirmó que había sido detenido por su presunta participación en los hechoshabía sido detenido por su presunta participación en los hechos.

"Son amigos, no pareja"

Aunque inicialmente se planteó la posibilidad de que se tratara de un caso de violencia de género, los testimonios recabados indicaron que la víctima y el sospechoso no tenían una relación de pareja. Al parecer eran amigos, y solían pasar mucho tiempo juntos, bebiendo en el parque en el que ocurrieron los hechos.

Manuel, sobrino del sospechoso, defendió la inocencia de su tío y negó que entre ambos exista una relación sentimental. "Ellos son amigos. A veces ella viene a casa y beben juntos, pero no son pareja".

El joven dijo que su tío estaba dormido cuando varios agentes de la Policía fueron a su casa para interrogarlo y justifició la presencia de manchas negras en la ropa y en las manos del sospechoso en que "es un hombre que no se ducha". Sobre la relación que mantenía su familiar con la víctima, se mostró tajante. "Mi tío no tiene pareja, nunca la ha tenido", añadió. En este sentido, explicó que el sospechoso y la mujer eran amigos y quedaban para beber juntos. "Mi tío vive conmigo y ella, como es indigente, a veces dormía en la casa, pero nada más". Manuel explicó que no es la primera agresión que sufre la víctima. "A ella le han pegado en doscientas mil ocasiones para robarle" afirmó. "Incluso una vez les pegaron a los dos -a la mujer y a su tío- para robarles la paga".