Un presunto pederasta se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial acusado de presuntos abusos sexuales a su sobrina cuando esta contaba tan solo con tres años y se prolongaron hasta que cumplió los cinco. El fiscal solicitó para él una pena de 12 años de prisión y, al no alcanzar un acuerdo con la defensa, el juicio se pospuso hasta el próximo 8 de enero.