Agentes de la Guardia Civil intervinieron ayer por la mañana en el puerto de Palma una gran partida de cocaína, de cerca de nueve kilos, que una organización de narcotraficantes trataba de introducir en Mallorca en el interior de un coche, que acababa de desembarcar de un ferry procedente de Barcelona. La droga fue detectada por uno de los perros adiestrados de la Benemérita, que marcó el vehículo sospechoso. Los agentes realizaron entonces un detenido registro en su interior hasta que encontraron la sustancia estupefaciente.

La intervención se produjo ayer a primera hora de la mañana, en el transcurso de uno de los controles que la Guardia Civil realiza de forma habitual entre los vehículos que desembarcan de los ferris procedentes de la península. En este caso se trataba de un barco que acababa de cubrir la travesía desde Barcelona.

Los agentes destinados en el puerto de Palma interceptaron una serie de vehículos conforme descendían del barco, y los sometieron a un control por parte de uno de los perros adiestrados en la detección de drogas. El animal marcó de inmediato uno de los vehículos, indicio de que podría transportar droga en su interior.

Los guardias civiles realizaron un registro superficial del coche sin detectar ninguna sustancia extraña, pero la insistencia del perro les llevó a pensar que podría haber una cantidad importante de droga oculta.

Tras realizar una inspección más minuciosa descubrieron que en su interior escondía una gran cantidad de cocaína distribuida en ladrillos. A falta de un pesaje oficial, la droga intervenida era de cerca de nueve kilos y una gran pureza, por lo que su peso final, una vez adulterada, podría multiplicar la cifra inicial.

El conductor del coche quedó inmediatamente detenido como presunto autor de un delito contra la salud pública.

Se trata de una de las mayores intervenciones de droga capturadas por las Fuerzas de Seguridad del Estado en Mallorca en los últimos meses.