'La Paca' vuelve a verse las caras con la Justicia. La histórica matriarca de Son Banya y una quincena de testaferros y colaboradores se sentarán el jueves en el banquillo de los acusados por blanquear los ingentes beneficios del narcotráfico. Durante años, Francisca Cortés Picazo, 'La Paca', utilizó a otras personas para comprar viviendas, parcelas, locales e incluso abonar multas por sus condenas, según la fiscalía, que reclama para ella once años de prisión y más de 3,5 millones de euros de multa. La mujer está acusada también de fraude fiscal por tener 4,3 millones enterrados y sin declarar a Hacienda en un zulo de Son Banya y 60 delitos de receptación por aceptar joyas robadas como pago por las dosis de droga.
Durante los últimos días, la fiscalía y los abogados de los 17 acusados intentan cerrar un acuerdo de conformidad que evite la celebración del juicio. Varios de los procesados se han mostrado dispuestos a aceptar su culpabilidad en la vista previa que se celebrará pasado mañana en la Audiencia.
La acusación sostiene que a partir del año 2000, cuando el clan de 'La Paca' empezó a ser investigado por blanquear el dinero de la droga, la matriarca empezó a utilizar a otras personas como testaferros. Además de su círculo familiar, la mujer se valió de empresarios para ampliar su fortuna de forma opaca. Así, adquirió al menos tres viviendas en Palma, dos parcelas en Marratxí y Llucmajor -una de ellas de 20.000 metros cuadrados-, una discoteca en el polígono de Son Castelló, la cafetería del Club Deportivo Ferriolense, vehículos de alta gama y joyas. Incluso a través de un constructor, con el que simuló un préstamo, pagó con dinero del narcotráfico la multa de 100.000 euros que le impuso en 2006 la Audiencia de Palma por blanqueo. Buena parte de estas operaciones, siempre según la fiscalía, fueron llevadas a cabo por Lourdes M.B., a quien 'La Paca' encomendó la gestión de sus asuntos durante el tiempo que estuvo en prisión. Esta acusada y otros tres estrechos colaboradores de la matriarca se enfrenta a sendas peticiones de cuatro años y siete meses de cárcel por blanqueo de capitales. El resto de procesados afrontan condenas de tres años y cinco meses.
Además de lavar los beneficios de la droga, 'La Paca' está acusada de un delito fiscal por no declarar los más de cuatro millones de euros que la Policía encontró enterrados bajo su casa de Son Banya en el año 2009. El dinero, parte de él ya podrido, nunca fue reclamado. La Abogacía del Estado, en representación de la Agencia Tributaria, solicita por ello tres años de prisión para la matriarca y que abone 1,8 millones de euros por las cuotas impagas del IRPF de 2009.
Tanto 'La Paca' como sus colaboradores están imputados también por receptación al haber adquirido una enorme cantidad de joyas procedentes de robos y atracos cometidos en los últimos 20 años en Mallorca. Los investigadores consiguieron recuperar siete kilos y medio de alhajas escondidos bajo la caseta del perro de 'La Paca' en Son Banya y 60 víctimas recuperaron las joyas que les habían sustraído en su día.
Cuatro millones de euros enterrados en Son Banya
La investigación contra las finanzas de 'La Paca' culminó en septiembre de 2009 con la 'Operación Musaraña'. La Policía Nacional encontró enterradas en el garaje de su casa, bajo una gruesa capa de hormigón, cinco cajas llenas de billetes. Allí había 4.301.020 euros y 8.055 dólares cosechados con la venta de drogas en el poblado.
Los agentes excavaron también bajo la caseta del perro para hallar otra caja con siete kilos y medio de joyas, muchas de ellas entregadas por consumidores como pago por sus dosis de estupefacientes y procedentes de robos y atracos en toda Mallorca.