Un juzgado de Palma ha condenado a siete años de prisión a dos policías nacionales, uno de ellos ya expulsado del cuerpo tras ser sentenciado por liderar una banda de ladrones y otro en activo, por perpetrar un atraco a mano armada en s'Arenal en el que consiguieron robar 300.000 euros a punta de pistola en julio de 2015.

Los acusados simularon un operativo policial, cruzaron su coche en mitad de la calle e interceptaron a dos trabajadores del grupo empresarial Pabisa que transportaban la recaudación del Bierkönig en un vehículo. Al grito de "Alto Policía, bajen del vehículo" y mostrando un arma y las insignias de la Policía Nacional, consiguieron que los empleados les obedecieran y así lograron huir con el automóvil de Pabisa y el botín de 300.000 euros en efectivo.

Ahora, un juzgado de lo penal de Palma ha impuesto a los dos sospechosos sendas penas de tres años y medio de cárcel como autores responsables de un delito de robo con intimidación. El agente en activo, que en aquellas fechas estaba destinado en el aeropuerto de Son Sant Joan, también ha sido inhabilitado para el ejercicio de la profesión como miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado durante un periodo de tres años y medio.

En concepto de responsabilidad civil, los acusados deberán indemnizar al grupo empresarial perjudicado con 300.500 euros, como había solicitado el abogado de la acusación particular Llorenç Salvà, del Bufete Buades.

La magistrada ha absuelto a un tercer sospechoso al no constar acreditada su participación en el asalto. La jueza ha exonerado al hombre al existir una duda razonable y primar el derecho a la presunción de inocencia, pese a reconocer en la sentencia que hay una "clara sospecha" contra él, ya que se produjo un incremento en su patrimonio, se hallaba con los demás acusados tras el atraco y hubo contactos telefónicos entre ellos.

En cambio, los otros dos encausados han sido sentenciados a tres años y medio de prisión cada uno atendiendo a la gravedad de los hechos, "la peligrosidad y superioridad creada", la condición de policías nacionales de ambos, uno en activo y otro expulsado del cuerpo, y la cantidad que fue sustraída por importe de 300.500 euros, según se desprende de la sentencia, que aún no es firme.

No hay dilaciones indebidas

La magistrada no ha apreciado la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas ni tampoco el subtipo agravado del uso de armas en el delito de robo debido a la "imprecisión" de la pistola empleada en el atraco. Según detalla, al no ser sometida a debate esta cuestión en el juicio, dificulta su consideración como tal medio peligroso.

Los hechos enjuiciados ocurrieron el pasado 24 de julio de 2015. Según se declara probado en la sentencia, los dos procesados, un policía nacional en activo y otro exagente, sabían que sobre la una y diez minutos del mediodía de ese día dos empleados de Pabisa transportaban la recaudación hasta un banco en un coche. Por ello, les interceptaron en la avenida Fra Joan Llabrés, en s'Arenal, colocando su automóvil impidiendo el paso.

Acto seguido, bajaron del turismo los dos sospechosos, que portaban insignias de la Policía Nacional y un arma, y exhibieron la pistola gritando "Alto Policía, bajen del vehículo". De esta manera, consiguieron que los dos trabajadores, atemorizados, se apearan y, tras encañonar a uno de ellos con el arma, se dieron a la fuga con el vehículo propiedad de Pabisa y con los 300.000 euros en metálico, 400 francos suizos y la cartera de una de las víctimas con 300 euros que finalmente fue recuperada.

La magistrada ha dado validez a los pinchazos telefónicos, después de que las defensas pidieran la nulidad de las escuchas, al considerar que estaban justificados ya que los investigadores del Grupo de Atracos de la Policía Nacional contaban con declaraciones, testimonios y reconocimientos fotográficos efectuados por las víctimas y un testigo, que vio varios días a uno de los sospechosos merodear por las instalaciones de la empresa perjudicada. Por tanto, no se trata de meras hipótesis, intuiciones policiales o deducciones, sino de indicios que se apoyan en datos objetivos, según destaca la sentencia. Los dos acusados habían trabajado juntos años atrás como policías en s'Arenal.

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