"Mira, es una señal de esperanza, algo positivo va a pasar". Una pequeña mariposa se acababa de posar en la mano de la abuela de Malén Ortiz. La anciana se abrazó a la madre de la joven, Natalia Rodríguez. De esta forma comenzó ayer al mediodía un emotivo acto para recordar a la desaparecida, que era una adolescente de quince años cuando fue vista por última vez en diciembre de 2013. Ayer habría cumplido 21 años.

La madre de Malén explicó que la causa por su desaparición ha sido parcialmente archivada este verano, al considerarse que se han agotado todas las vías posibles de investigación, aunque insistió en que no implica que la Guardia Civil deje de trabajar en el caso y le permitirá repasar todas las pesquisas realizadas.

El acto comenzó a las doce del mediodía en el pinar de Santa Ponça, muy cerca del lugar donde Malén fue vista por última vez cuando regresaba a casa en Santa Ponça, el 2 de diciembre de 2013. En la concentración participaron un centenar de personas.

En un parlamento muy emotivo, Natalia Rodríguez defendió el trabajo de los investigadores. Quiso ser optimista y se comprometió "a seguir luchando, a seguir viviendo para ser la voz de mi hija. Malén, quiero regalarte mi vida entera, porque sin ti nada tiene sentido".

En la zona se había instalado una carpa con carteles de una quincena de personas que están desaparecidas en Balears desde hace años, como la profesora Ana Eva Guasch o María Pascual Bibiloni.

Los organizadores repartieron globos entre los asistentes, que soltaron al final como regalo de cumpleaños para Malén. El acto terminó con la intervención de una batucada