La Policía Nacional llevó a cabo una gran operación contra los últimos reductos del narcotráfico que permanecen activos en Son Banya. Una cincuentena de agentes tomaron este miércoles por la mañana el poblado para permitir que los agentes del Grupo de Estupefacientes registraran nueve domicilios, considerados puntos de venta de droga del clan de la Jesusa, y que estarían gestionados por los nietos de la histórica traficante. En la operación Madagascar fueron detenidos varios sospechosos y se intervinieron diversas cantidades de cocaína, marihuana y hachís, así como dinero en efectivo.

Sobre las nueve de la mañana de ayer varias furgonetas de la Policía Nacional irrumpieron en Son Banya y los agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), dotados de material antidusturbios tomaron las calles del poblado. Al mismo tiempo los investigadores del Grupo de Estupefacientes se distribuyeron por nueve viviendas, donde sospechaban que el clan de la Jesusa tenía instalados puntos de venta de droga. Era la fase final de la operación Madagascar, destinada a acabar con una de las organizaciones de narcotraficantes que permanecen en el poblado.

A lo largo de la mañana los investigadores llevaron a cabo nueve registros en domicilios de Son Banya y uno más en la barriada del Rafal Vell. La Policía se incautó al menos de una caja llena de marihuana y una bolsa con cocaína en roca, así como distintas dosis de estas drogas y de hachís dispuestas para la venta al menudeo.

En el operativo fueron detenidas varias personas vinculadas presuntamente a estos puntos de venta de droga.

El objetivo de la operación era el clan de la Jesusa, una histórica del narcotráfico en la isla. La matriarca es ya una mujer anciana y su hija cumple condena por narcotráfico, pero sus nietos presuntamente han cogido el relevo en el negocio de la droga.

Las operaciones policiales realizadas durante los últimos años y el derribo de una tercera parte de las casas del poblado han reducido sustancialmente la venta de droga del poblado, pero este clan presuntamente todavía distribuía grandes cantidades de estupefacientes. Los narcos cultivaban sus propias plantas de marihuana y tenían instalado un secadero en uno de los domicilios allanados.

La operación seguía ayer abierta y no se descartaba que se produjeran más detenciones.

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