Un ciudadano belga de 65 años llamado Patrick falleció el sábado por la noche en Moscari a causa de un incendio que destruyó el interior de su domicilio, en la calle Espanya de la localidad. Según las primeras informaciones el hombre padecía el síndrome de Diógenes y tenía acumulada en la casa una gran cantidad de enseres que recogía de la basura, que actuó como combustible y provocó una gran carga de fuego. Varias dotaciones de los Bombers de Mallorca tuvieron que trabajar durante cerca de cuatro horas para sofocar el fuego, y fueron ellos quienes encontraron el cadáver carbonizado durante las tareas de extinción.

Según informan los distintos servicios de emergencia que participaron en el siniestro, el fuego se declaró sobre las once y veinte de la noche del sábado, en el interior de una casa en la calle Espanya de Moscari. Al lugar acudieron con urgencia varias dotaciones de los Bombers de Mallorca desde sus parques en Inca y Alcúdia, que se encontraron con una gran carga de fuego provocado por la gran cantidad de enseres que había en el interior de la casa, que actuaron como combustible.

También fue movilizada una ambulancia del 061 como prevención, aunque inicialmente se desconocía si podía haber personas afectadas por el incendio.

Durante las tareas de extinción, cuando los bomberos lograron entrar en la casa, encontraron el cadáver carbonizado de un hombre en el salón.

Los bomberos tuvieron que trabajar durante cerca de cuatro horas, hasta las tres y media de la madrugada, para conseguir sofocar las llamas. El fuego destruyó completamente el domicilio, compuesto por planta baja y un primer piso.

Durante los trabajos de extinción los bomberos fueron sacando a la calle una gran cantidad de muebles parcialmente quemados, para tratar de despejar el lugar y poder actuar en mejores condiciones.

Pese a que el cadáver estaba quemado e indocumentado, fue identificado inicialmente como un ciudadano belga de 65 años llamado Patrick, que llevaba un tiempo residiendo en la casa.

Al parecer el hombre se instaló en el domicio con el permiso de sus dueños, y cuando estos fallecieron, siguió viviendo allí.

La Guardia Civil se encargó de confeccionar el atestado por el fallecimiento, y agentes del Grupo de Criminalística realizaron una inspección ocular para tratar de determinar el origen del fuego.

Fuentes de los Bombers y la Guardia Civil apuntaron que el hombre padecía el síndrome de Diógenes, y había acumulado una gran cantidad de muebles y enseres que recogía de la basura.

Según las primeras investigaciones el incendio pudo comenzar en la chimenea del domicilio, y se habría extendido rápidamente por el salón, atestado de muebles y desechos. Los agentes consideraban que las causas habrían sido accidentales y en un principio descartaban que hubiera una mano criminal en el siniestro.

Las hipótesis iniciales apuntaban a que la víctima habría fallecido asfixiado por el humo, y que cuando las llamas se extendieron por el resto de la casa y le alcanzaron ya sería cadáver.

La noticia del incendio y del fallecimiento del ciudadano belga causó una gran conmoción en Moscari, donde el hombre era bastante conocido. De hecho, los servicios sociales ya se habían interesado por su caso y la brigada municipal había retirado recientemente una parte de los desechos que acumulaba.