Un acusado aceptó el pasado martes en la Audiencia de Palma una pena de un año y medio de prisión por agredir a un exmilitar en plena calle en la ciudad el pasado verano. El sospechoso, junto con otra persona, discutió con el perjudicado y luego le pegó puñetazos y una patada, haciéndole caer al suelo en dos ocasiones.

La víctima sufrió una fractura con deformidad del quinto dedo de la mano izquierda. Le han quedado como secuelas pérdida del movimiento en ese dedo y un perjuicio estético. Por ello, el agresor deberá indemnizarle con 5.000 euros.

El sospechoso reconoció los hechos ante el tribunal de la sección segunda y se declaró responsable de un delito de lesiones. Fiscalía, acusación particular y defensa alcanzaron un acuerdo.

El hombre se conformó con 18 meses de cárcel y con el pago de una indemnización de 5.000 euros al perjudicado. La sala dictó sentencia ´in voce´ y, posteriormente, le suspendieron la condena durante tres años con la condición de que no vuelva a delinquir y que pague la responsabilidad civil en el plazo de un mes.

La agresión se produjo el pasado 31 de agosto de 2018, aproximadamente a las cuatro de la tarde, cuando el acusado, en compañía de otro individuo, empezó a discutir con un exmilitar en la calle en Palma.

Durante la disputa, el sospechoso lanzó varios puñetazos contra el perjudicado, que tuvo que repelerlos con la mano y finalmente cayó al suelo. A continuación, la víctima se puso de pie y el agresor de nuevo le lanzó una patada que impactó en la pierna y le provocó que cayera por segunda vez.

Como consecuencia de estos hechos, el exmilitar sufrió una contusión con fractura del quinto dedo de la mano izquierda con deformidad y dermoabrasión en codo y rodilla derechos, por lo que precisó asistencia médica. Tardó en curar 90 días de las lesiones y le han quedado secuelas.