Dos profesores del colegio Madre Alberta y un taxista acusados por el atropello mortal de una alumna del centro educativo de 14 años han aceptado ser condenados a multas por un delito de homicidio por imprudencia menos grave. Los tres procesados, la familia de la víctima y sus abogados han firmado esta semana un acuerdo de conformidad, ya entregado al juzgado encargado del caso y pendiente todavía del visto bueno de la fiscalía. El pacto incluye que durante unos meses los docentes sean inhabilitados para su profesión y el taxista pierda el carné de conducir, así como indemnizaciones para los padres de la víctima, según han explicado fuentes jurídicas.

El acuerdo se produce después de que el juzgado de instrucción número 5 de Palma, encargado de los pesquisas, procesara a los tres acusados por la muerte de la menor, atropellada por el taxi durante una prueba de orientación de la asignatura de educación física en los alrededores del colegio el 26 de abril de 2017. En el auto que enviaba a juicio a los dos profesores que realizaban la actividad , la magistrada les imputaba un delito de homicidio imprudente.

La jueza destacaba que, a su entender, los profesores planificaron la prueba para los alumnos de tercero de ESO ignorando normas de seguridad esenciales. Por un lado, situaron el punto de inicio en la calle Miquel Lladó en lugar de en el bosque por el que discurría el recorrido y en la acera contraria, haciendo que los alumnos tuvieran que atravesar la calzada en un punto sin paso de peatones. El docente que daba la salida a los escolares cada dos minutos acompañó a los primeros participantes hasta el centro de la calle, pero dejó de hacerlo. La magistrada señaló que los profesores no tuvieron en cuenta que un camión estacionado en ese tramo de la calle dificultaba la visibilidad. Así, el profesor dio la salida a la víctima con un gesto y esta empezó a cruzar la calle. La adolescente fue arrollada por un taxi y sufrió heridas muy graves. Tras varias semanas hospitalizada en Son Espases, la menor falleció.

La magistrada responsabilizó también al conductor del taxi, basándose en el atestado elaborado por la Policía Local de Palma sobre el accidente mortal. Los agentes concluyeron que circulaba a 64 kilómetros por hora en un tramo limitado a 50. Este exceso de velocidad hizo que no pudiera reaccionar para evitar el atropello, según las conclusiones de los investigadores. Para la jueza, la imprudencia era grave en el caso del profesor que daba la salida a los alumnos y del taxista, y menos grave respecto al docente que participó en la planificación.

Con el caso abocado a un juicio, los acusados y los familiares de las víctimas, a través de sus abogados, entablaron conversaciones para alcanzar un acuerdo. Las negociaciones han llegado a buen puerto. Las defensas y la acusación particular han firmado un acuerdo por el que los tres procesados se declaran autores de un delito de homicidio por imprudencia menos grave y aceptan pagar sendas multas. Los docentes acatan también ser inhabilitados para su profesión durante seis meses y el taxista, la retirada del carné de conducir durante cuatro meses. Los padres de la víctima serán indemnizados por las compañías aseguradoras del colegio y el taxista.

La fiscalía, que ya se había mostrado dispuesta a alcanzar un acuerdo de conformidad, debe decidir ahora si se suma al acuerdo. El juzgado de instrucción remitirá el documento a un juzgado de lo penal, que señalará una vista para que las partes ratifiquen el pacto alcanzado, explicaron las mismas fuentes.

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