La fiscalía, la defensa y la acusación particular no han alcanzado un acuerdo de conformidad por el atropello de Paula Fornés, la adolescente de 15 años que falleció al ser arrollada por una conductora supuestamente ebria en junio de 2018 en sa Ràpita. La acusada ha comparecido hoy en un juzgado de lo penal de Palma, donde se ha celebrado una nueva vista previa. El juicio se celebrará el próximo 12 de noviembre.

Los padres y otros familiares de la víctima han acudido a los juzgados, algunos de ellos con camisetas con el lema "Justicia para Paula" junto a una fotografía de la menor.

La fiscalía reclama para Renata G., polaca de 45 años, cinco años de prisión y una multa de 3.600 euros por delitos de homicidio y lesiones imprudentes, falsedad en documento público y conducción sin permiso. La acusación particular la acusa además de omisión del deber de socorro y conducción temeraria, y solicita una condena de 11 años y un mes de cárcel. La defensa, por su parte, solicita la absolución, sosteniendo que se vulneraron derechos fundamentales de la mujer y que el etilómetro utilizado para hacerle la prueba de alcoholemia no cumplía los requisitos legales.

De acuerdo con el relato de la fiscalía, sobre la 1:50 horas del 24 de junio de 2018, la Nit de Sant Joan, la mujer iba al volante de un Skoda Fabia, propiedad de su marido y que no tenía seguro, por la avenida Miramar de sa Ràpita en dirección a Campos. Renata G. había bebido alcohol y tenía sus facultades mermadas. Al llegar a la altura del número 117 de esa calle, el coche invadió habilitado para otros usuarios, y arrolló a dos menores. Una de ellas, Paula Fornés, de 15 años, falleció casi en el acto, y la otra sufrió graves lesiones en la cabeza.

Tras el siniestro, la Policía Local de Campos sometió a la conductora a una prueba de alcoholemia, en la que cuadruplicó la tasa máxima permitida. Además, la mujer carecía de permiso de conducir en vigor y mostró a los agentes un carné emitido en Polonia que según se comprobó después era falso. La fiscalía imputa a la acusado delitos de homicidio y lesiones imprudentes, por el que solicita cuatro años de prisión, y falsedad en documento público, por el que reclama un año de cárcel. Además, pide una multa de 3.600 euros por conducir sin carné.

Los padres y el hermano de Paula Fornés, que ejercen la acusación particular a través de los letrados Daniel Castro y Manuel Ponce, sostienen además que la acusada huyó tras el accidente pese a ser consciente del atropello y sin solicitar asistencia para las víctimas, por lo que le imputan otro delito de omisión del deber de socorro. En su fuga, afirman, circuló poniendo en riesgo a otros usuarios de la vía, lo que a su entender constituye otro delito de conducción temeraria. Por ello, solicitan en total 11 años y un mes de prisión para Renata G.

El abogado de la defensa, Miquel Àngel Ordinas, solicita la absolución de la mujer. El letrado alega que se vulneró su derecho a un proceso con todas las garantías, ya que no se le informó en su idioma de que podía someterse a una prueba de contraste tras dar positivo en el test de alcoholemia. Además, asegura que el etilómetro utilizado por la Policía Local de Campos no cumplía los requisitos legales y, por tanto, la prueba es nul. Ordinas ha informado también del ingreso de 20.000 euros para el pago de la indemnización en caso de que su defendida sea declarada culpable.

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