Un vecino de la calle Pere Joan Llobet, en la parte trasera de la Comandancia de la Guardia Civil de Palma, ha denunciado que el pasado domingo le arrojaron una piedra de gran tamaño contra su hijo, que estaba estacionado con el coche en la vía, desde uno de los domicilios ocupados por los guardias. Este hombre manifiesta que no es la primera vez que hacen algo así, y que durante los últimos meses le han tirado priedras y huevos, e incluso han disparado perdigones contra su casa.

El último incidente ocurrió sobre las diez de la noche del domingo. Según explica Enrique, vecino de una finca de la calle Pere Joan Llobet, que da a la parte trasera de la Comandancia de la Guardia Civil, su hijo, de 18 años, se había detenido con el coche debajo de su balcón para que les tirara algo de dinero porque se iba a cenar con un amigo.

"En la calle estaba mi hijo dentro del coche, que es un descapotable", explica. "Le tiré el dinero desde el balcón y cuando me metí de nuevo en casa oí un ruido de un golpe tremendo. Alguien le había tirado una piedra del tamaño de un coco, que le pasó rozando la cabeza e impactó dentro del coche. Cuando miré a ver de dónde venía, llegué a ver a alguien que se escondía en una ventana del sexto piso de uno de los edificios de la Comandancia".

El incidente provocó un momento de gran tensión en la calle. Una mujer que pasaba por allí ese momento dijo que la piedra se había partido al golpear contra el coche y que uno de los fragmentos estuvo a punto de alcanzar a una niña pequeña.

"Yo empecé a gritar y llamé a la Policía Nacional para denunciarlo", continúa el vecino. "Una patrulla llegó poco después y estuvo hablando con uno de los guardias que viven en la Comandancia, y que bajó a hablar con ellos. Este hombre decía que yo les había amenazado con matar a sus hijos pero no es así, lo que dije es que habían estado a punto de matar a mi hijo".

Enrique dice que no es el primer incidente similar que sufre. "En los últimos meses ya me han tirado otra piedra, huevos y otros objetos a mi casa desde la Comandancia. También han disparado perdigones contra mi balcón", dice señalando algunos pequeños impactos en la pared. El vecino añade que el domingo, mientras estaba en el balcón, también oyó ruidos que parecían disparos de una escopeta de perdigones.