Unas 60 personas rindieron ayer homenaje a Biel Llull, el agente de la Policía Local de Palma que falleció al ser arrollado por una conductora ebria, al cumplirse el tercer aniversario de su muerte. Familiares, amigos y compañeros de la víctima se reunieron en el cementerio de la localidad para recordarle y realizaron una ofrenda de flores en su tumba. Muchos de los presentes llegaron al lugar tras realizar una marcha ciclista en memoria de Llull, que fue atropellado mortalmente cuando iba en bicicleta junto a su hijo a las afueras de Sineu.

Los hechos ocurrieron el 14 de septiembre de 2016. La conductora, de 36 años y nacionalidad francesa, había consumido una importante cantidad de bebidas alcohólicas y se llevó por delante a Biel Llull en el kilómetro 28 de la carretera vieja de Sineu. Tras el siniestro casi cuadruplicó la tasa máxima permitida de alcoholemia.Un juzgado de Palma la condenó a dos años y medio de prisión por un delito de homicidio imprudente, en concurso con otro delito de conducción bajo la influencia del alcohol.